ONAGRO
Padre Pedrojosé Ynaraja
Supongo que la mayor parte de lectores nada saben de este animal y, sin ofender a
nadie, estoy seguro de que ninguno los ha visto. Yo mismo, que me he movido por
tierras del Oriente Medio, no estoy seguro. Recuerdo que en uno de los viajes, el
conductor-guía, cuando atravesábamos por el sur del Neguev, próximos
relativamente a Eilat, nos decía que por aquellos parajes trataban de proteger y
pretendían que se reprodujesen estos animales, en riesgo ahora de extinción. Que
no tenga ninguna foto no me es prueba, pues, por aquellos tiempos, no tenía el
teleobjetivo que ahora tengo. No lo lamento, he visto fotos por Internet y leído
descripciones de su aspecto, que no tiene especial atractivo.
Se trata del asno salvaje, tal vez antecesor de nuestro vulgar asno. Onagro o asno
salvaje, es como traducen nuestras biblias refiriéndose al “equus hemionus onager”
de los científicos. De talla superior y de tonos de su piel mucho más claros,
aproximándose a rayas al blanco. Leo que por la zona a la que me he referido se
mueven unos 400 ejemplares.
Los pocos que quedan, la competencia con otros que también se mueven por los
mismo lugares desérticos, la caza furtiva pretendiendo aprovecharse de su carne y
alguna parte de su cuerpo para fines medicinales, son los factores que amenazan
su existencia. En la antigüedad sumeria parece que lograron una cierta
domesticación y se utilizaron para arrastrar carretas. Los documentos les dan
reputación por gozar de gran resistencia en las condiciones climáticas extremas en
las que ellos viven.
Ya he dicho que con dos nombres los designan nuestras traducciones bíblicas.
Aparece citado, de una u otra manera 11 veces. En Ge 16,12 se dice que el Señor
le dijo a Agar que su hijo Ismael, el ancestro del mundo árabe, “Será un onagro
humano. Su mano contra todos, y la mano de todos contra él; y enfrente de todos
sus hermanos plantará su tienda”.
En el libro de Job aparece citado 4 veces, tres en singular y una en plural. Las voy a
copiar, ya que como decía al principio seguramente este animal les será
desconocido. (6,5)¿Rozna el onagro junto a la hierba verde? ¿Muge el buey junto al
forraje? ¿Se come acaso lo insípido sin sal? en la clara del huevo ¿hay algún gusto?
(11,12) El insensato se hará cuerdo cuando un pollino de onagro nazca hombre.
(24,5) Como onagros del desierto salen a su tarea, buscando presa desde el alba, y
a la tarde, pan para sus crías. Cosechan en el campo del inicuo, vendimian la viña
del malvado.
(39,5) ¿Quién dejó al onagro en libertad y soltó las amarras del asno salvaje? Yo le
he dado la estepa por morada, por mansión la tierra salitrosa.
En Jeremías sale dos veces (14,6) Huid, poneos en salvo, haced como el onagro en
el desierto. En réplica a tu confianza en tus obras y tus tesoros, también tú eres
tomada / (14,6) Los onagros se paraban sobre los calveros, aspiraban el aire como
chacales, tenían los ojos consumidos por falta de hierba
Oseas dice (8,9) Porque han subido a Asiria, ese onagro solitario; Efraím se ha
comprado amores;
Daniel en su típico lenguaje apocalíptico dice (5,21) Fue expulsado de entre los
hombres y su corazón se hizo semejante al de las bestias; estuvo conviviendo con
los onagros; se alimentó de hierba como los bueyes, y su cuerpo fue bañado del
rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo domina sobre el reino de
los hombres y pone en él a quien le place.
Pare el libro de los salmos tampoco el onagro le es desconocido (104,11) a todas
las bestias de los campos abrevan, en ellas su sed apagan los onagros.
El Eclesiástico dice de él (13,19) Caza de leones son los onagros en el desierto, así
los pobres son presa de los ricos.
Así que si alguno de los lectores, moviéndose por los alrededores del llamado, sin
que exactamente lo sea, cráter makhtesh Ramón, imponente circo, de interés
turístico, se mueve o tal vez simplemente lo atraviese en vehículo, como yo una
vez lo crucé, y ve algo así como un borrico grande, que se abstenga de acercarse a
él. Por lo que dice la Biblia, es un animal que tiene malas pulgas.