¿ERES UN FUNDAMENTALISTA?
Todas las religiones tienen semillas de la verdad. En
palabras más sencillas: todas las religiones contienen
realidades buenas y saludables. Hay verdades que son
esenciales y que tienen que conservarse a través de los
siglos. Otras van cambiando con el correr de los
tiempos. Por eso, las religiones se van adaptando a los
pueblos y a las distintas culturas.
Los fundamentalismos son el veneno de las religiones.
Son virus que entran en los grupos religiosos y los
destrozan. Es cierto que hay que alimentar los
fundamentos religiosos pero sin rigidez y fanatismo. No
hay que imponer sino proponer las verdades
amablemente.
Las religiones se tienen que abrir a la cultura y la cultura
a las religiones. Una religión que no se abre a la cultura
se hace fanática y quiere imponerse a todos y en todo.
Por otro lado una cultura que no se abre al fenómeno
religioso se estanca, pierde horizontes y se hace
arrogante. Cree que la última palabra es su cultura y se
hace soberbia.
Hay muchas clases de fanatismo: el religioso y el
profano. Todos tenemos algo que aprender del que vive
a nuestro lado. La verdad es poliédrica: tiene muchas
caras y muchas facetas. Nunca alcanzamos toda la
verdad. De aquí la importancia de la tolerancia y el
diálogo.
Lucio del Burgo