¿Hablar o callar?
P. Fernando Pascual
8-4-2016
¿Cuándo es bueno hablar y cuándo es bueno callar? Hay quien se equivoca por callar cuando debería
hablar, o por hablar cuando debería callar.
La experiencia da algunas pistas, pero no son suficientes. Hay situaciones que son tan novedosas que
no sabemos si ahora toca hablar o callar.
Por eso, hay que pensarlo bien antes de tomar una opción. Una palabra dada en el momento oportuno
ayudará y será bien acogida (aunque no siempre). Un silencio respetuoso y lleno de cariño producirá,
esperamos, efectos positivos.
En un mundo lleno de palabras, y también lleno de silencios, necesitamos una buena dosis de
prudencia para medir nuestras palabras, de modo que silencios o discursos busquen solo una cosa:
ayudar.
No siempre lo haremos bien. Habrá momentos en los que tendremos que pedir perdón por
imprudentes, por charlatanes, por cobardes o por taciturnos. Es la hora de buscar remedios y tender la
mano a quien se haya sentido agredido o abandonado por culpa nuestra.
Cristo enseñó: “Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del
Juicio. Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado” ( Mt
12,36-37). En la carta de Santiago leemos: “Si alguno no cae hablando, es un hombre perfecto, capaz
de poner freno a todo su cuerpo” ( St 3,2).
Entre las mil asignaturas de la vida, una imprescindible nos enseña cuándo hablar y cuándo callar. En
esa asignatura hay un presupuesto clave: el amor. Porque quien por amor habla o calla, tal vez se
equivoque, pero lo hará menos veces y buscará, cuanto antes, remediar sus errores por el bien de
aquellos a quienes ama...