VACACIONES
Padre Pedrojosé Ynaraja
En la Biblia no se habla de las vacaciones. Ahora bien, las fiestas de Sukot o
de las Cabañas, pese a presentarse como días de peregrinación y tener
significado religioso, en realidad, acabadas las tareas de siega y trilla y la
vendimia, en realidad eran y son alegres vacaciones.
Ceñido el hombre al cinturón de la semana, mientras estaba encerrado en
su geografía, el domingo, celebrado con todo su relieve, le era suficiente.
Hoy no. Las autopistas y los medios de locomoción ensanchan sus
horizontes, de tal manera que, de cuando en cuando, precisa un domingo
más largo.
El domingo de un cristiano, debe de ser diferente del fin de semana de un
incrédulo. Las vacaciones también. Es hora, pues, de preguntarse ¿en qué
se diferencian mis vacaciones de las de los compañeros que no se
consideran cristianos?