Protección ante el demonio
La defensa de una madre
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
El 15 de Septiembre en la liturgia se celebra Nuestra Señora
de los Dolores. Por ese motivo el Papa Francisco señaló que la
Virgen María, al pie de la Cruz de Jesús, estaba en un verdadero
martirio, “nos da a luz en ese momento con tanto dolor… Y, desde
ese momento, Ella se vuelve nuestra Madre, aquella que nos cuida y
no se avergüenza de nosotros: nos defiende, nos cuida porque es
madre de todos los cristianos y bajo su manto “no puede entrar el
diablo”.
El Santo Padre recordó que los primeros místicos rusos
buscaron refugio en el manto de Santa María, pues “es madre y
defiende como una madre”. Luego el Occidente tomó este consejo e
hizo la primera antífona mariana ‘Sub tuum praesidium’ (Bajo tu
amparo), ‘Bajo tu manto, oh Madre, estamos seguros’ ”.
2) Para pensar
Se cuenta que en un día caluroso de verano en el sur de
Florida, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa.
Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba
feliz. Su mamá desde la casa lo miraba por la ventana, y vio con
horror lo que venía: un caimán se acercaba. Enseguida corrió hacia
su hijo gritándole lo más fuerte que podía. Al oírla el niño se alarmó
y nadó hacia su mamá. Pero era demasiado tarde. Desde el muelle
la mamá agarró al niño por sus brazos, justo cuando el caimán le
agarraba sus piernitas. La mujer jalaba con toda la fuerza de su
corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más
apasionada y su amor no la abandonaba.
Un señor, al oír los gritos, se apresuró al lugar con una pistola
y mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas
sufrieron bastante, pudo llegar a caminar.
Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le
quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño se las mostró.
Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y dijo:
"Pero las que usted debe de ver son estas".
Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían
presionado con fuerza. "Las tengo porque mamá no me soltó y me
salvó la vida".
Alguien decía que también tenemos cicatrices de un pasado
doloroso, pero es porque la Virgen nos ha agarrado fuerte para que
no caigamos en las garras del mal.
3) Para vivir
Francisco recordó que, siendo Arzobispo, visitaba a los presos
en las cárceles y se encontraba con una fila de mujeres que
esperaban entrar. “Eran mamás. No se avergonzaban… estas
mujeres sufrían humillaciones y vergüenza de lo que oían: “¡Pero
mira a esa! ¿Qué habrá hecho su hijo?" O por lo que los controles
les hacían antes de entrar”.
Así también María estaba con su Hijo sufriendo humillaciones.
Al pie de la cruz, escuchaba: “¡Esa es la madre del delincuente!” o a
los sacerdotes: ‘Si eres tan hábil y capaz ¡baja! ¡Baja!’.
Pero María no se fue. ¡No renegó de su Hijo!”. Francisco
precisó que María tampoco reniega de nosotros. “Los cristianos
tenemos una Madre, la misma de Jesús. Tenemos un Padre, el
mismo de Jesús. ¡No somos huérfanos! Tenemos a una Madre que
nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de
nuestros pecados” dijo.
“¡Que el Espíritu Santo, este amigo que el Señor nos ha
enviado, nos haga comprender este misterio tan grande de la
maternidad de María!” concluyó el Papa.
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