Ante el misterio de la conciencia
P. Fernando Pascual
17-12-2016
) Qué ocurre en el interior de una persona? No resulta fácil saberlo. En cada corazón hay mil
elementos que escapan a la mirada más profunda y que impiden una comprensión adecuada de
lo que allí pasa.
Alguien miente, alguien sonríe, alguien pregunta, alguien grita, alguien calla, alguien ayuda,
alguien estorba. ) Por qué? ) Qué hay en la conciencia de cada uno?
La conciencia encierra un misterio muy grande. Por ese motivo, en muchos casos hay que
guardar un silencio respetuoso ante la misma: no podemos penetrar en lo que ocurre “allá
dentro”.
Por eso sorprende encontrar a quienes insinúan o denuncian actitudes internas de los otros.
Ciertamente, los actos realizados están allí. Pero muchas veces lo interior queda velado ante
nosotros.
Lo correcto, entonces, es caminar serenamente junto a quienes están a nuestro lado, sin juicios
sobre su conciencia. Cometerán errores o aciertos, dirán cosas sensatas o extrañas. Su interior
nos resulta inasequible y desconocido.
Solo Dios conoce lo que hay dentro de cada ser humano. Incluso ante comportamientos
claramente negativos no sabemos si son consecuencia de una grave enfermedad psíquica o de
una perversión “conquistada” desde opciones libres y responsables.
Dejemos, pues, el juicio a Dios, según la famosa exhortación del apóstol san Pablo:
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. El iluminará los secretos
de las tinieblas y pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibirá cada
cual del Señor la alabanza que le corresponda” ( 1Co 4,5).
El misterio de la conciencia está ahí, ante nosotros, y ha de ser respetado como algo inabarcable.
Reconocerlo nos ayudará a evitar juicios sobre actitudes internas que no podemos conocer, y a
acoger y acompañar a tantos hombres y mujeres que viven en medio de dificultades y alegrías
muy semejantes a las nuestras.