La conversión de un futbolista
Encontrar la vocación
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
A inicios del año, el Papa Francisco se dirigió a unos
convencionistas en vistas a una Asamblea que tendrá como tema
‘Jóvenes, fe y discernimiento vocacional’.
Hoy en día, dijo el Papa, los jóvenes tienen necesidad de una
fuente de agua fresca para saciar su sed, y después proseguir en su
camino de búsqueda. ¿De dónde la beberán? Esa agua saldrá de las
personas que saben decirle al Señor un sí total y generoso con una
vida entregada. Su ejemplo de vida será parecida a una fuente de
agua, nacida hace mucho tiempo en la profundidad de la tierra, que
sale al exterior mediante un goteo de pureza y frescura.
2) Para pensar
Alberto García Aspe fue un exitoso futbolista mexicano. Jugó
para los clubes mexicanos Pumas, Necaxa, América, Puebla y el club
argentino River Plate. También fue seleccionado nacional para las
Copas Mundiales de Estados Unidos 94, Francia 98 y Corea–Japón
2002. Ahora es comentarista de la cadena Fox Sports. Hace poco
dio su testimonio sobre su fe en Dios y su amor hacia la Virgen de
Guadalupe: “Hoy me siento realmente orgulloso de poder dar a
conocer lo que Dios ha logrado en mí y en mi familia, desde que
tuve mi encuentro con Él”.
Alberto reconoce que no siempre tuvo una fe viva: “Provengo
de padres católicos, pero la práctica de nuestra religión se limitaba a
ir los domingos a Misa, o alguna celebración; es decir, como
católicos ‘light’. No practicábamos verdaderamente la oración, ni
hacíamos ayuno… ¡Hoy todo eso ha cambiado!”, explicó.
En su vida el éxito y la fama lo llevaron a descuidar a la
familia. Hubo momentos difíciles, incluso llegó a pensar en el
suicidio. Pero un día le avisaron del hospital que su esposa estaba
muy grave. El mismo médico le pidió que rezara mucho por ella.
Entonces ocurrieron dos sucesos que nunca olvidaría: Ya para ser
intervenida, una enfermera traía en su broche su nombre:
Guadalupe. Su esposa le preguntó si creía en la Virgen. La
enfermera le respondió: ‘¡Sí, no se preocupe, le aseguro que todo
va a estar bien!’. Luego, esperando el resultado de la delicada intervención una
amiga invitó a rezar el Santo Rosario, y aunque al principio Alberto
no quería, cedió. Y justo en el momento en que terminó el rezo,
sonó el teléfono; era el doctor con la noticia de estaba fuera de
peligro. ¡Gracias a Dios estaba a salvo! Entonces, pensó el jugador:
“Comprendí que el Señor aún tenía planes para mí”. Una enfermera
con fe y una amiga que invita a rezar. Ambas coherentes con su
vocación y Dios se valió de ello para reavivarle la fe a otros.
Concluía Alberto: “detalles que definitivamente me acercaron más a
Dios y a la Virgen de Guadalupe”.
3) Para vivir
Ayudar a otros a descubrir su vocación, es ayudarles a ser
felices. Para ello es preciso saberlos escuchar, estar dispuesto a
dedicarles nuestro tiempo, a convivir y, desde ahí, saber
transmitirles la belleza, el estupor y la maravilla de estar
enamorados de Dios.
Cuando se es fiel a la propia vocación, además de encontrar el
sentido de la propia vida, Dios presta su ayuda para llevarla a cabo.
El Señor encuentra ‘camino libre’ para obrar maravillas y hacer
mucho bien a otras personas.
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