Voz del Papa
Es tiempo de conversión
José Martínez Colín
1) Para saber
Una de las cosas más importantes, y difíciles, que una persona
puede lograr es darse cuenta cuando tiene una actitud equivocada y
que además decida cambiarla. Un suceso doloroso, algo que nos
impacta o el ejemplo edificante de una persona puede lograrlo.
El Papa Francisco mencionaba que ese cambio de mentalidad
y de corazón se da cuando uno conoce verdaderamente a Cristo.
Solo entonces se puede “rechazar la mundanidad y las estupideces
del mundo”. Será un cambio verdadero porque el Señor con su
gracia nos cambia interiormente, nos cambia el corazón. Así lo había
anunciado por los profetas: Te cambiaré el corazón de piedra por un
corazón de carne. En vez de un corazón frío, sin amor, será un
corazón misericordioso, tan lleno de amor que no querrá ofender al
Señor y se alejará del pecado.
2) Para pensar
En unas pláticas espirituales, quienes acudían compartían la
historia de su conversión. Un oficial del regimiento contó que fue
gracias al ejemplo de un soldado raso de su compañía:
“Ese soldado era cristiano, y eso bastaba para que todos nos
burláramos de él. Una noche volvió de su puesto de centinela,
cansado y mojado, pero antes de ir a su cama se arrodilló para orar,
y mientras lo hacía yo le arrojé mis dos botas a la cabeza pero él
siguió su oración sin replicar palabra… A la mañana siguiente
cuando desperté encontré mis botas junto a mi cama bien lustradas.
Esa fue su respuesta a mi mala conducta. Este modo de responder
produjo en mí una contrición terrible y en ese mismo día entregué
mi corazón a Cristo y fui salvo”.
3) Para vivir
En una ocasión le preguntaron a un dirigente espiritual inglés
si sabía si una persona era cristiana. La respuesta fue: “¿Cómo
puedo saberlo si nunca he vivido con él?”
Ciertamente, es en la intimidad de la vida familiar donde se
sabe si somos cristianos o no. Las obras han de mostrar nuestra fe. Incluso no bastaría con saber la ley y cumplirla si lo hacemos
sin amor a Dios. El Papa Francisco decía: “Pensemos en los doctores
de la ley que perseguían a Jesús. Estos hacían todo, todo lo que
estaba prescrito por la ley, tenían el derecho en la mano, todo,
todo, todo. Pero su mentalidad era una mentalidad alejada de Dios.
Era una mentalidad egoísta, centrada en ellos mismos: su corazón
era un corazón que condenaba, siempre condenando. La Nueva
Alianza nos cambia el corazón y nos cambia la mente. Hay un
cambio de mentalidad”.
La conversión del corazón no solo lleva a ver de modo diverso
las cosas, sino a obrar de acuerdo a nuestra fe. Nos ayuda a ver las
cosas como realmente son, en su verdadero tamaño y valor. Así nos
damos cuenta de lo pasajeras que son y que no vale la pena perder
la paz y la alegría por ellas. Por eso nos dice el Papa que nuestro
cambio de actitud nos lleva a nunca pertenecer a la mundanidad, al
espíritu del mundo, a las estupideces del mundo, sino solo al Señor.
Cuando una persona con su arrepentimiento acepta la
conversión, el Señor perdona y olvida. Por ello es cierto que “la
Nueva Alianza nos renueva y nos hace cambiar la vida, no solo la
mentalidad y el corazón, sino la vida entera. Esta es la recreación.
Así el Señor nos recrea a todos nosotros”, concluyó el Pontífice.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra)
(articulosdog@gmail.com)