La enfermedad del espejo
José
Martínez Colín
1) Para saber
En ocasiones la
tristeza está causada por el egoísmo. Sucede cuando se vive sólo para uno
mismo, es una “autorreferencialidad”, sin tener en cuenta a los demás.
El Papa Francisco
nos previene ante este peligroso padecimiento que nos acecha. Se trata, dijo,
de la “enfermedad del espejo”. ¿En qué consiste? Es el narcisismo de contemplarse
a uno mismo e ignorar a los demás. Es preciso romper con esa dinámica
destructiva, e invitó a poner esfuerzo: “¡Rompan el espejo! ¡No se miren en el
espejo, porque el espejo engaña!... Hay que dejar de centrarse en uno mismo e
ir hacia fuera, hacia la alegría de vivir por Dios y para Dios”.
2) Para pensar
¿Por qué se habla
de “narcisismo”? ¿Quién era Narciso? Se trata de una leyenda muy antigua
incluida en la mitología, tanto en la griega como la romana. En su versión latina
transmitida por Ovidio, se cuenta que la ninfa Eco se había enamorado de un
joven llamado Narciso, el cual era muy bello, pero también era muy vanidoso y
egoísta.
Un día, mientras
Narciso estaba cazando ciervos, la ninfa Eco siguió sigilosamente al hermoso
joven, ansiando dirigirse a él. Sin embargo, ella era incapaz de hablar
primero, ya que la diosa Hera la había maldecido a solo poder repetir la última
palabra de lo que otros decían. Cuando finalmente Narciso escucha sus pasos
detrás de él, pregunta: "¿Quién está ahí?", a lo que Eco responde: "ahí".
Y continuaron hablando así, pues Eco únicamente podía repetir lo último que
otros decían. Pero cuando la ninfa se mostró, Narciso, al igual que había hecho
con muchas otras mujeres, la rechazó y le dijo vanidosamente que lo dejara en
paz, pues ella no era tan bella como él, y se marchó repudiándola. Eco se quedó
desconsolada.
Pero Némesis, que
era la diosa de la justicia, al ver lo arrogante y soberbio que se había
portado Narciso, lo engaña para que vea su imagen reflejada en un arroyo. Al
verse reflejado en las aguas, la visión de su belleza y lozanía lo atraen, pero
su vanidad lo atrapa en un castigo sin fin. Narciso, cautivado por su imagen se
acerca y cae en el arroyo y en el lugar donde yacía su cuerpo, creció una flor
que llevaría su nombre: el Narciso.
La moraleja se
aplica para aquellos que no dejan de verse a sí mismos, rechazando a los demás
por considerarlos inferiores, y al quedar encerrados en sí mismos, se
autodestruyen, al perder la oportunidad de amar.
3) Para vivir
El Papa alertó
sobre el narcisismo, ese estar contemplándose a sí mismo e ignorar a los demás.
El narcisismo produce tristeza, porque se vive preocupado de aparecer mejor de
lo que se es, de compararse para ver si se tiene una belleza mejor que la de los
demás.
En este sentido,
advirtió el Papa que “un joven que se mete en sí mismo, que vive solamente para
sí mismo, termina, ‘empachado’ de autorreferencialidad.
No hay que quedarse
viendo el espejo, al contrario, el Papa invitó a mirar hacia afuera, mirar a Dios
y a los demás. Y si un día quieren mirarse en el espejo, “les doy un consejo:
mírense al espejo para reírse de sí mismo. Hagan la prueba, se les va a
refrescar el alma. Saber reírse de uno mismo, eso nos da alegría y nos salva de
la tentación del narcisismo”.
José Martínez Colín es
sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra)