¿Qué hacer con quien sufre?
José
Martínez Colín
1) Para saber
El Papa Francisco
mostró su cercanía y solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló
México y que dejó más de 300 muertos como consecuencia del derrumbe de
numerosas edificaciones.
“En este momento de
dolor quiero manifestar mi cercanía y oración a toda la querida población
mexicana”, señaló el Santo Padre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. El
Pontífice, también invitó a rezar por los fallecidos, los heridos, los que han
perdido sus hogares y por todos los que ayudan en las tareas de rescate: “Elevemos
todos juntos nuestra plegaria a Dios para que acoja en su seno a los que han
perdido la vida, conforte a los heridos, sus familiares y a todos los
damnificados".
2) Para pensar
Se cuenta que había
una pareja que tenían una niña llamada Mariana. Como eran ateos, jamás le
hablaron de Dios a la niña. Una noche, cuando Mariana tenía 5 años, sus padres
pelearon y el papá lleno de enojo le disparó a la mamá y después se suicidó.
Todo esto delante de la niña.
La enviaron a un
hogar adoptivo. Su nueva mamá, Cristina, la llevó a la iglesia. Ese día la mamá
la llevó a la clase de catecismo y le explicó a la maestra que la niña jamás
había escuchado hablar de Jesús y que por favor le tuviera paciencia.
La maestra tomó una
figura de Jesús y le preguntó a todos los niños del salón: "¿Alguno de
ustedes sabe quién es esta persona?". La pequeña Mariana al ver la figura
se alegró y respondió: "Yo sé, maestra, yo lo conozco”. La maestra
sorprendida le preguntó: ¿Y cómo es que le conoces?” Mariana respondió: “Ese es
el señor que estuvo tomando mi mano y me consoló la noche que en mis padres murieron".
Independientemente
de lo real del relato, lo que sí podemos afirmar es que Jesús está al lado de
quien sufre y no deja de prestarle ayuda. El reciente sismo de la Ciudad de
México no fue la excepción. Podemos afirmar que en ese, y todos los desastres,
nuestro Señor no abandona a nadie y está al lado de quienes sufren algún daño y
de sus seres queridos.
3) Para vivir
El Papa se
cuestionó qué hacer cuando se viven momentos difíciles: “Quizás alguno piensa tomar
una pastilla para dormir y huir de los acontecimientos, o tomar tres o cuatro
copas de alcohol, pero esto no ayuda”, aseguró el Papa.
Francisco reveló
que se pueden hacer dos cosas.
La primera está en
el salmo 87: “Llegue hasta Ti mi oración, Señor”. Se necesita orar: “Es una
oración de llamar a la puerta. El mismo Señor nos enseña cómo orar en esos
momentos tan feos. Orar con autenticidad, es también desahogarse.
Y lo segundo que se
puede hacer ante una persona que sufre es estar con él, lo importante es mostrar
cariño, más que hacer discursos. Cuando una persona sufre, se debe ayudar con
el silencio, la cercanía, las caricias, con la oración ante el Padre”. Silencio;
pero silencio con mucho amor, con caricias.
Francisco concluyó
orando a Dios “para que nos de la gracia de orar cuando seamos sometidos a este
estado, y también la gracia de saber acompañar a las personas que sufren
momentos feos de tristeza”.
José Martínez Colín es
sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra)