Millennials
Padre
Alejandro Cortés González-Báez
Cada
día es más frecuente escuchar la expresión “millennials” para referirse a los
jóvenes. Según varias opiniones —aunque hay grandes desacuerdos en ello— se
refiere a aquellos que nacieron después del año 1984.
Resulta
imposible determinar fechas exactas en estos temas, pero en un manejo muy
personal y opinable yo podría afirmar que a mi edad he podido pasar por
diversas épocas culturales, y por eso puedo decir que todas han tenido sus
aciertos y errores, sus ventajas y desventajas. Por lo mismo, no sería justo
afirmar que “todo tiempo pasado fue mejor”.
En
un programa de un canal estadounidense, el expositor hace un análisis de lo que
les está tocando vivir a los millennials. Lo primero que me llamó la atención
es que ellos no son los culpables de lo que pudiera considerarse como negativo.
Esta afirmación es de suma importancia, pues muchos adultos podemos tener una
actitud negativa hacia estos jóvenes al considerar que no son fáciles de
manejar, se les acusa de creerse con derechos, de ser narcisistas, egoístas, de
no tener un objetivo claro en sus vidas, de ser perezosos.
Todas
estas calificaciones se suelen dar sin considerar que los líderes familiares,
educativos y sociales se han enfocado en preguntarles: ¿Qué quieren? Y ellos
responden: Queremos trabajar en un lugar donde haya un propósito… queremos
generar “impacto”, (aunque esto quede sin definirse). Pero cuando logran “eso”
en algún trabajo resulta que siguen sintiéndose insatisfechos.
Entre
otras ideas afirma que los padres de los menores les han estado recalcando que
ellos son personas extraordinarias que pueden lograr todo lo que se proponen,
pero esto los lleva con frecuencia a chocar con una realidad que es muy
distinta.
El
sociólogo estadounidense Kathleen Shaputis describió a los millennials como
generación Peter Pan, debido a que se ha percibido en ellos una tendencia a
demorar la entrada a la edad adulta y tienden a vivir con sus padres por
períodos más largos que las generaciones anteriores.
Se
considera que la difusión de Internet ha contribuido sensiblemente a la
hiper-información y democratización en los procesos de toma de decisiones. Y
que poseen una personalidad muy crítica, queriendo estar atentos a varias cosas
al mismo tiempo, y la tecnología actual les permite lograrlo. Dan gran
importancia a su autonomía y a su libertad. Por su ideología piensan que todos
deben tener su propia opinión, que sea escuchada y respetada independientemente
de su edad o su preparación, todo lo cual es compatible con una inmadurez
propia de su inexperiencia.
Se
les suele denominar nativos digitales, pues viven encadenados a una tecnología
imprescindible para su existencia. No buscan un trabajo de oficina para toda la
vida, prefieren uno que les guste. Suelen buscar desafíos a su antojo y de
apoyo a la comunidad.
A
nivel mundial, esta generación se caracteriza por el uso continuo de teléfonos
inteligentes y redes sociales, un marcado patrón de consumo y, de una forma muy
concreta, el miedo a estar desconectados.
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