¿Cómo me persigno?
Pbro.
José Martínez Colín
1) Para saber
En su catequesis sobre la Santa Misa, el Papa
Francisco quiso hacer una referencia a su inicio: persignarse con el signo de
la cruz. E hizo un pedido especial a favor de la formación cristiana de los
niños: enseñarles a hacer correctamente el signo de la cruz. Les preguntó a los
fieles: “¿Ustedes han visto cómo los niños se hacen el signo de la cruz? Porque
no sabes qué cosa hacen, si el signo de la cruz o un dibujo. Hacen así”, e hizo
con su mano un movimiento rápido sobre el pecho. Es necesario “enseñar a los
niños a hacer bien el signo de la cruz, pues con él comienza la Misa, así
comienza la vida, así comienza la jornada”, pidió el Papa, quien luego marcó
lentamente una cruz comenzando desde su frente hacia abajo y luego a cada lado
del pecho, primero a la izquierda y luego a la derecha.
2) Para pensar
Podemos recordar lo que el historiador Eusebio
de Cesarea recoge en su obra “Vida de Constantino”, en donde recoge la
biografía del Emperador, de quien fue contemporáneo. Ahí relata lo que le contó
el mismo emperador.
Era la noche del 27 de octubre del año 312,
Constantino descansaba en su campamento militar en las afueras de Roma. Al día
siguiente sus tropas se enfrentarían a las de Majencio y se jugaba mucho más
que el honor: ser emperador de Roma.
Si se alzaba con la victoria el Imperio
estaría en sus manos, si caía derrotado encontraría la muerte y Majencio sería
el emperador. Entonces Constantino, quien no era cristiano, contempló hacia el
firmamento y sobre el Sol apareció una cruz rodeada por la leyenda ‘In hoc
signo vinces’ (‘Con este signo vencerás’). Quedo muy impresionado, y esa misma
noche soñó con Jesucristo quien le hizo comprender el mensaje y sabía que con ese
signo vencería en sus batallas a sus enemigos. Era el símbolo de los cristianos
tan perseguidos en el Imperio y que en los últimos años habían aumentado mucho.
Según cuenta Lactancio, el emperador incorporó
en los escudos y estandartes de su ejército la cruz. Y así, tras esta visión,
interpretada como una intercesión divina, Constantino venció a su enemigo
Majencio en la batalla del Puente Milvio y se hizo con el Imperio. Más tarde,
con el Edicto de Milán daba libertad de culto y dejaba de perseguirse a los
cristianos.
La leyenda de la cruz en el cielo que vio el
emperador Constantino, quedó inmortalizada con el fresco de La Visión de la
Cruz realizado en la Ciudad del Vaticano en 1524 por los ayudantes de Rafael
Sanzio. De este modo, la leyenda de la visión que cambió las águilas imperiales
por las cruces latinas nunca se olvidaría. Ello contribuyó a que la cruz pasara
a convertirse en un símbolo importante en el cristianismo.
3) Para vivir
La Cruz representa algo muy profundo. Este
signo “quiere decir que nosotros somos redimidos con la Cruz del Señor”,
explicó el Papa, “miren a los niños y enséñenles a hacer el signo de la cruz”.
El Santo Padre hizo también un llamado a los
fieles a contemplar “devotamente la imagen del crucifijo, porque no es un
adorno más para llevar, sino el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de
Jesús, muerto y resucitado por nosotros”. Así, cada vez que veamos una cruz,
hemos de ver en ella el inmenso amor de Dios por nosotros y agradecérselo.