Voz del Papa

Un gran personaje de la Navidad

José Martínez Colín

1)  Para saber

 

Uno de los principales personajes que participaron en la primera Navidad, y que no siempre se le considera suficientemente, fue San José. El Papa Francisco reflexionó estos días sobre su figura. Explicó que San José se hizo cargo de una paternidad que no era suya, sino que provenía del Padre, y ayudó, como nadie, a sostener a María y al Niño. Además, ayudó a crecer al Niño, enseñarle un oficio y llevarlo a la madurez como hombre.

San José supo escuchar la voz de Dios y luego cumplirla fielmente.

 

2) Para pensar

 

Santa Teresa de Jesús fue una gran devota del Santo Patriarca y recomendaba acudir a su intercesión ante el Señor. Su devoción creció cuando padeció una grave y dolorosa enfermedad. Después de consultar a los principales médicos, no la pudieron sanar. No sabiendo a quien más acudir, se encomendó a San José quien la curó de modo milagroso.

Cuenta la santa de Ávila, que yendo a fundar un monasterio, tuvo que atravesar en carreta una sierra. Iba acompañada de otras monjas, quienes metidas en la carreta, estaban nerviosas porque la noche y el mal tiempo se les había echado encima. Santa Teresa percibió que los carreteros andaban perdidos, pues daban vueltas y revueltas, y cada vez por caminos menos transitados y más tortuosos. Entonces la santa les pidió a las otras monjas que le rezaran a San José para que las librara de los peligros. Y así lo hicieron. En eso escucharon una voz varonil que venía del fondo de un barranco que les gritaba: “¡Deténganse!, ¡deténganse! Si siguen se van a desbarrancar”. En medio de la oscuridad los carreteros se detuvieron en seco y notaron que, efectivamente, a pocos pasos estaba un barranco al que hubieran caído de haber seguido.

Pero aún se preguntaban qué hacer. En eso volvieron a escuchar un grito de la misma voz a lo lejos que les decía: “Regresen cien vueltas de rueda y encontrarán a un lado el camino que los llevará sin peligro”. Uno de los mozos bajó de la carreta para buscar al de la voz, pero sin encontrarlo.

Santa Teresa les dijo a las otras monjas: “Lo buscarán inútilmente, pues no lo encontrarán. Esa voz vino de la ayuda que del Cielo nos envió nuestra Padre San José”.

Pensemos con qué fe acudimos a la intercesión de los santos.

3) Para vivir

 

El papa Francisco nos invita a imitar a San José que supo afrontar las dificultades con gran entereza, sabiendo que estaba sirviendo para que se cumpliera el plan de Dios: “José oyó la voz de Dios: ‘Levántate, hazte cargo de la situación: toma en tus manos esta situación y ve adelante’. Pero José no fue a consolarse con sus amigos, no fue al psiquiatra para que interpretara el sueño… No. Creyó. Y fue adelante. Tomó en sus manos la situación”, explicó el Papa.

San José fue un hombre dócil, obediente y humilde gracias a que estaba apoyado en una gran fe. En esta Navidad podemos acudir a su ejemplo e intercesión para crecer en fe y humildad y así colaborar en el plan de salvación divino, como lo hizo el Santo Patriarca.

 

José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra)

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