Para este fin de Año
José
Martínez Colín
1) Para saber
Al terminar un año
y comenzar otro, el Papa Francisco nos invita a detenemos frente al pesebre, “para
dar gracias por todos los signos de la generosidad divina en nuestra vida y que
se ha manifestado de mil maneras”. Hemos de recordar que en cada momento nos
acompañó la gracia y bendición de Dios. Pero no se ha de quedar en una nostalgia
estéril o un recuerdo vacío, dice el Papa, sino que esa memoria nos ayude a ser
creativos en el bien de los demás, porque sabemos que Dios está con nosotros.
En un mundo que
parece solo valorar la riqueza, el poder y el poseer, mirar el pesebre nos
invita a revalorar la humildad, la sobriedad, y a renunciar a buscar el
protagonismo de querer figurar.
2) Para pensar
En estos días
navideños ha circulado por las redes un simpático video que trata de mostrarnos
los grandes bienes con que contamos y que muchas veces nos pasan
desapercibidos.
Comienza con un
señor que se despierta en su cama todo envuelto en papel de regalo de Navidad.
Se quita el papel y se alegra de estar vivo. A su lado está su esposa también toda
envuelta en papel y se contenta de tenerla junto a él. En eso llegan sus dos
hijos también envueltos: ¡qué gozo tener hijos! El señor va al apagador de la
luz eléctrica que está envuelto. Le quita el papel y se maravilla que puede
encender y apagar la luz cuando quiere. Lo mismo sucede con los grifos de agua
corriente y la regadera envueltos, se entusiasma de poder hacer llover a gusto
y poder bañarse.
También se siente
feliz de poder contar con unos zapatos envueltos de regalo. Ya en la mesa le
espera una caja muy bien envuelta de regalo de Navidad que contiene su
desayuno. Luego su hijo le da un portafolios envuelto, lo que significa que
tiene trabajo y se encanta con ello. Su hija le da un pequeño regalo envuelto:
son las llaves de un carro. Sale corriendo a la calle y encuentra un carro todo
envuelto y grita: “¡Tengo coche!”. Su esposa sale a la calle y le da una taza
de café que desenvuelve y se toma el café diciéndole a su mujer: “¡Eres
maravillosa!”
Termina el video
con las siguientes palabras: “En esta Navidades estemos agradecidos por los
regalos que tenemos alrededor nuestro”.
3) Para vivir
Además de tantos
bienes que tenemos para estar sumamente agradecidos, la Navidad nos recuerda uno
más valioso: Dios nos envió a su Hijo para ser perdonados y salvados. Y decidió
hacerlo en la pequeñez y en la fragilidad de un recién nacido y en su pequeñez
cubrir la nuestra.
En Jesucristo, Dios
no se disfrazó de hombre, se hizo hombre. Quiso estar cerca de todos los que se
sienten perdidos, avergonzados, heridos, desahuciados, desconsolados. Cercano a
los que se sienten lejos y solos, para que el pecado, la vergüenza, las
heridas, el desconsuelo, la exclusión, no tengan la última palabra en la vida
de sus hijos.
El pesebre nos
desafía a no dar a nadie por perdido, sino que nos trae la luz que hace brillar
en cada persona la dignidad para la que fue creado.
Mirando el pesebre
nos encontramos con los rostros de José y María. Rostros jóvenes cargados de
esperanzas e inquietudes, en este fin e inicio de año a ellos podemos
encomendarnos para ser agradecidos ante Dios y no perder la alegría de la
Navidad.
José Martínez Colín es
sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra)