Opciones buenas
P. Fernando Pascual
30-12-2017
Cada decisión orienta nuestra
vida e influye en la vida de otros.
Escoger el egoísmo y la
comodidad lleva a daños y problemas en el trabajo, en la familia, en la
sociedad.
Optar por la generosidad y el esfuerzo
permite mejorar el rendimiento, ayudar a familiares y amigos, construir
convivencias sanas.
Desde las opciones malas el
mundo queda teñido de oscuridad, dolor, tristezas, injusticias, pecados.
Con las opciones buenas el
mundo se abre a la luz, conquista beneficios, crece en la alegría, avanza hacia
la justicia, lleva a la apertura a Dios.
Es cierto que a veces nos
orientamos hacia el bien y luego un momento de debilidad provoca caídas y
errores que dañan, incluso que ponen todo en entredicho.
Como también es verdad que un
corazón que ha escogido la vía del mal puede poner en marcha un gesto bueno que
abre esperanzas de una conversión hacia el bien.
Todo lo humano está sujeto a
la ley del cambio. Si el corazón logra instalarse en el mal, cuesta mucho
salir, pero hay esperanzas. Si construye sobre lo bueno, hay garantías (que no
excluyen fracasos), de mejorar cada día.
Lo importante, en cada
momento, es identificar qué opción buena puedo llevar adelante. Lo cual implica
anclar el corazón en amores que duran y que sanan: el amor a Dios, a los
familiares y amigos, incluso a los enemigos.
En este día pido a Dios luz y
fuerza para avanzar, con alegría y esperanza, hacia opciones buenas. Así habrá
menos lágrimas en un mundo ya difícil, y más belleza que nos permita realizar
en plenitud nuestra vocación más hermosa: vivir el amor sin medida.