NAVIDAD,
DÍA HISTÓRICO
Padre
Pedrojosé Ynaraja Díaz
Estoy harto de oír o leer en cualquier
pueblerina crónica, que cualquier minúsculo acontecimiento acaecido allí, es un
día histórico. Paralelamente, en discursos o relatos también de pequeño
calibre, decir que la Resurrección del Señor, no es un hecho histórico.
Evidentemente, las dos cosas son verdad. Ahora bien, la primera afirmación es
vulgar perogrullada. Todo hecho iniciado y culminado en el tiempo y en un
determinado lugar, es un hecho histórico, sin condicionarlo la importancia que
pueda tener el acontecimiento.
(por si a alguien se le ocurriera
acusarme de hereje, respecto a lo segundo, le recuerdo que el precioso don que
atesoramos los cristianos, el de saber que Jesús, el Cristo, resucitó de entre
los muertos, se inició con su muerte en el Calvario, en la tercera década de la
primera centuria de nuestra era, nadie con dos dedos de frente se atreve a
ponerlo en duda, pero llegó a su término, fue su realidad álgida, la Eternidad,
totalmente exenta entonces su realidad divino-humana, no perdida, de la
constricción temporal. Un sublime aspecto que con frecuencia no tenemos en
cuenta y no apreciamos. El origen sí, está anclado en el sexto mes respecto al
embarazo de Isabel y en la casita de los padres de María, en la población de la
Alta Galilea, llamada Nazaret. La Resurrección en la Eternidad Trascendente)
Estoy harto, cada año con más
intensidad, por la abundancia de datos científicos que se le
dan al alumno, y al público en general por los medios, sobre el origen de la
celebración de la Navidad. Escuché un día por televisión a un señor que
concienzudamente afirmaba que en Catalunya, la Navidad se celebraba ya antes de
Cristo (sic). Cuando comemos una pieza de fruta no nos importa de donde salieron los sabores que está gustando. Nadie se preocupa por conocer de donde vinieron las moléculas que, modificadas por la
planta, le han dado el rico sabor. Es fruta saludable y basta para comérnosla y
regalarla. Que existían cultos a Mitra por aquel entonces, puede interesar a la
ciencia histórica, no a la vivencia de nuestra Fe. Y digo Mitra para
simplificar, que con muchos más detalles se pretende adoctrinar a los pupilos.
Este año, creo yo, se ha puesto el
acento principalmente en las raíces astronómicas. No sé cuantas
veces he leído explicaciones sobre el solsticio de invierno. Detalles de
posiciones del sol respecto a la tierra, conocimiento y celebración del
fenómeno por diversas culturas antiguas, etc.
Lo curioso del caso es que se
investiga y tiene visos de probabilidad, sus fuentes están en manuscritos de Qumran,
según los cuales, la Navidad, el nacimiento del Niño-Dios, ocurrió a finales de
diciembre, como lo de Juan el Bautista, a finales de Junio. Que los agentes
burócratas del Templo, anotaban los turnos de oficio de sus sacerdotes. Por ahí
van las investigaciones que a pocos perecen interesar y que el espacio que
tengo reservado, no me permite desarrollar siquiera un poco.