Sobre la perfección
P. Fernando Pascual
16-12-2017
Usamos como moneda frecuente
palabras que implican perfección o imperfección, mejoras o empeoramientos,
éxitos o fracasos.
Cuando profundizamos en la
palabra perfección, podemos encontrar matices que sorprenden. Porque perfección
implica que algo tiene cualidades que quizá no tendría.
Un vaso de agua. Tiene color,
tiene forma, tiene consistencia... y tiene una grieta. Es imperfecto. No sirve
para beber tranquilamente agua fresca.
Un amigo. Tiene sentido del
humor. Es un poco sorprendente en algunas afirmaciones. Contamos con su ayuda
en los momentos difíciles. En ocasiones nos asusta con cierta sinceridad
agresiva. ¿Es perfecto?
Son miles y miles de ámbitos
sobre los que se aplican las nociones de perfección y de imperfección, y
seguramente para algunos esa ventana perfecta es imperfecta porque está
colocada donde provoca reflejos molestos...
Explicar la idea de perfección
desde los gustos puede simplificar el tema, pero lleva a un relativismo extraño
y casi impide un diálogo a la hora de evaluar si esta fruta sea o no sea "perfecta"
(íntegra, madura, sana, sin daños ni gusanos).
Pero tampoco es fácil
encontrar una explicación que satisfaga a todos. Porque decir que esta lluvia
llegó en el momento ideal (perfecto) quizá valga para un campesino pero no para
los obreros que están arreglando una calle.
En la idea de perfección se
reúnen, por lo tanto, aspectos objetivos (concordamos normalmente en que es
perfecto un bolígrafo que funciona bien) y otros más subjetivos y variables (no
parece tan perfecta esa pistola que fue usada para un delito miserable).
La existencia de tantos
matices y dimensiones no impiden preguntarnos sobre esa idea de perfección que
se relaciona íntimamente con otras nociones centrales de la existencia humana,
como las de verdad, bien, belleza, justicia.
El sol acaba de asomarse entre
los techos de los edificios que vemos hacia oriente. No sabemos si este día
será "perfecto". Pero al menos sabemos, y ya es mucho, que si
reflexiono bien antes de decidir, y si pido ayuda a Dios y a tanta gente buena
antes de actuar, este mundo avanzará un poco hacia la perfección que le es
posible, pero que nunca será, aquí en la tierra, completamente satisfactoria
para todos...