LAS
TRES
Estaba cerrando algunas
puertas que deben quedar cerradas en la noche.
Repentinamente unas risas
se llegan hasta mí.
Vienen de la calle y pienso
en lo grato que ha de ser poder estar pasando un momento tan divertido.
Cierro la última puerta y,
nuevamente, las risas.
Me asomo por una ventana y
veo el origen de aquellas risas.
Tres jóvenes, que están
desarrollando una actividad por el barrio, miran un celular y ello despierta
sus risas.
Me propongo acercarles unos
mates. Supongo les ha de venir reconfortante luego de una tarde de abundante
calor.
Inmediatamente me digo no
debo interrumpir el momento entretenido que están pasando.
Me digo puedo convidarles
con unos mates incomodándoles lo menos posible y es eso lo que trato de hacer.
Salgo a la vereda y me
acerco con el termo y el mate.
Una de ellas me ve y me
hace señas para que le convide con un mate.
No dejan de mirar el
celular y reírse.
Realizan diversos
comentarios sobre la actividad de la tarde y ríen ante lo que ven.
Las tres se suman a los
mates.
Las remeras idénticas les
identifican.
Hace casi cuatro horas que
están en actividad, al sol y jugando con chicos.
Podrían estar quejándose
del calor o de la actividad prolongada del día.
Podrían esbozar motivos de
cansancio y deseos de una gratificante ducha.
Nada de eso aparece en sus
palabras.
Ríen y disfrutan.
Están comprometidas con la
actividad que están realizando.
Disfrutan el haber podido
realizar una actividad prolongada.
Disfrutan el poder
compartir los trozos de la actividad guardada en el celular.
Es disfrutable poder verles
disfrutar con las cosas sencillas que hacen a su actividad.
Surgen propuestas para el
día siguiente.
Parecería como que el mundo
se ha detenido para dar paso a lo que están realizando.
Son jóvenes normales que se
han puesto, de cuerpo y alma, a su tarea.
Resulta gratificante
poderse encontrar con jóvenes que puedan entusiasmarse con una actividad donde
no son protagonistas ya que el grupo es el único protagonista.
Resulta gratificante poder
encontrarse con jóvenes que posean el coraje de brindarse a pleno sin buscar
ventajas particulares.
Resulta gratificante poder
encontrarse con jóvenes que saben conservar el valor de divertirse sin
perjudicar a nadie.
Resulta gratificante poder
encontrarse con jóvenes que buscan construir y no destruir.
Rato después llega otro
grupo que supongo era a quienes estaban esperando.
Se agregan a la rueda de
mate.
También vienen con sus
relatos.
No hay quejas ni protestas.
Aún les quedan unas cuantas
cuadras para regresar al lugar donde están establecidos.
Para allí parten todos.
Saben que, aún, les falta un buen rato para cerrar la jornada.
Se marchan y yo me quedo
escuchando las risas de las tres y preguntándome debido a qué, muchas veces, al
final del día, no encuentro razones para estar riendo.
Padre
Martin Ponce de Leon SDB