Vegetales y Biblia: laurel

 

Padre Pedrojosé Ynaraja

 

Tengo a menos de 20m de la puerta de mi casa un ejemplar de este árbol-arbusto, que es el que muestro en el presente reportaje. Al laurel lo conozco desde mi niñez, formaba parte con el olivo de lo que nos daban en la celebración del Domingo de Ramos. De vuelta de la iglesia, bendecido el ramo, la parte de olivo se dejaba fija en la puerta de nuestra casa, impetrando la protección divina para toda ella, pero la de laurel pasaba a la cocina y formaba parte de las especias que mi madre usaba habitualmente.

 

OLOR

 

El “laurus nobilis” huele admirablemente, con un perfume semejante al de la canela, no en vano pertenece al mismo orden: laurales y a la misma clase magnoliopsida. La intensidad de este aroma depende del lugar donde crece la planta. Me esfuerzo ahora que presido la procesión de mi parroquia en traer los ramos de lejos, a 40km, por el simple gozo de la  fragancia de las de la finca de un amigo, mucho más intensa que las de mi entorno, que abundan mucho.

 

Debo advertir que si el laurel es un vegetal aclimatado y muy extendido por la cuenca mediterránea, la canela en cambio, que procede de la lejana Sri Lanka no se ha aclimatado y continúa importándose. La canela aparece cuatro veces en la Biblia, relatando en una de ellas  que fue el nombre de esta especia, el que puso a una de sus hijas, el sabio y paciente Job.

 

FLORES MASCULINAS Y FEMENINAS

 

El arbolito, cada ejemplar adulto, posee separadas flores masculinas y femeninas. Ahora, cuando estoy escribiendo el presente, no puedo fotografiarlas distinguiéndolas. Luce mi laurel sus botones, anunciándome que quieren abrirse, pero que no lo hacen. Desean que llegue la primavera y a su manera lo proclaman, pero el termómetro marca varios grados bajo cero y en estas circunstancias, asomarse sí, pero no se atreven a desplegar sus pétalos.

 

Al fruto del laurel se le llama laurino, es semejante a una aceituna, pero la mía nunca ha llegado a conseguirlo, le debe faltar al clima alguna cosa, porque en el lugar donde voy a buscar los ramales, de los que entregaré el Domingo de Ramos, sí que los veo. Tal vez la otra razón es que son arboles viejos y el mío no. Por tierras de Italia vi que todos estaban cargados de laurinos. Por cierto, mis amigos me ofrecieron un aperitivo, obtenido por maceración de los frutos en alcohol. Ya se sabe la afición que tienen los italianos de obtener gustosos tónicos de cualquier vegetal que posea, o imaginan que tengan,  propiedades medicinales, si gozan de selectas cualidades organolépticas.

 

SIN CITAS

 

Pese a la cita que aparece en el naipe, el laurel no es mencionado en la Biblia. Consulto diversas traducciones y no lo encuentro. He acudido a versiones de prestigio, la TOB y la de Chouraqui, por ejemplo y ninguna de las dos lo menciona. Lo dicho no supone que fuera ignorado de la cultura bíblica. Implícitamente aparece en I Cor 9 24 “¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!  Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.  Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío,  sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado”

 

LAUREL U OLIVO

 

Este precioso texto es muy conocido y aleccionador y no necesita explicaciones complementarias, pero por la calidad de  su contenido lo he transcrito con su contexto. Ya he dicho que implícitamente sí. Ahora bien, para el que busca detalles, aunque sean puramente anecdóticos, se pregunta ¿a qué corona se refiere Pablo? La respuesta inmediata es: a aquella con la que se coronaba a los atletas. Nueva pregunta: ¿de qué estaba hecha esta corona? Y aquí fue Troya. Unos dicen que de laurel, otros de olivo.

 

OLIMPIADAS EN TRES LUGARES

 

Quiere uno cerciorarse y no para, buscando páginas y páginas, conducido por el Google, hasta descubrir, ignorante que es uno, que campeonatos de atletismo, en la Grecia clásica, se celebraban en tres lugares diferentes, con costumbres semejantes, pero no idénticas. “En el caso de los Juegos Píticos, se les premiaba con una de laurel. En los Juegos Olímpicos, las coronas estaban hechas de olivo silvestre, y en los Juegos Ístmicos eran de pino. Un biblista explica que “durante las competiciones, y a fin de incentivar a los atletas, las coronas y los trofeos se disponían, junto con ramas de palmera, en un lugar muy visible, en un trípode, o mesa, que se colocaba en el estadio”. Lucir la corona constituía un gran honor. En el regreso a su ciudad, el ganador hacía una entrada triunfal montado en un carruaje”. He copiado textualmente, pues, me temo que muchos lectores, como ya he dicho que a mí mismo me ocurría, ignoraban que los olímpicos no fueran únicos, y les gustará enterarse.

 

CORONA DE LAUREL

 

Ahora bien, si el origen era atlético, poco a poco, se fue extendiendo la costumbre de coronar la cabeza de hombres ilustres con laurel, fueran poetas, pensadores o militares, cuando entraban victoriosos en Roma. El mismo emperador lucía este trofeo, que de inmediato se lo cambiaba por una de oro. (Muchos consideran que Julio César utilizó la corona de oro imitando dos ramos de laurel, para disimular su calvicie). En cualquier caso, en los homenajes  a los generales romanos victoriosos, estos eran coronados con láureas.

 

“Esta corona se ha mantenido como símbolo de la victoria hasta nuestros días, y destaca su uso heráldico, que siempre simboliza la victoria, aunque en escudos de varios países hispanoamericanos, el símbolo de la láurea adquiere un significado adicional de connotaciones, pues no solo simboliza el triunfo bélico sino también la victoria de la libertad. En cuanto al adjetivo laureada/o, contemporáneamente significa la persona que ha logrado cumplir y superar las exigencias de educación y cultura, especialmente al concluir los estudios medios (o "secundarios") y, sobre todo, los universitarios”. Internet dixit.

 

Entre las ilustraciones, aparece una que es un simple diseño heráldico y otra que corresponde a un denario, en el que la efigie del augusto, luce entre las marañas de sus cabellos, la diadema de laurel

 

TRADUCCIONES

 

Como apéndice, y sin ignorar lo escrito, ofrezco ahora algunas traducciones según las cuales aparece el laurel en la Biblia. He dicho en muchas ocasiones que la doctrina revelada no implica exactitud científica, en este caso botánica. En realidad el autor se referiría a vegetales de hoja perenne, conocidos por todos, repletos de vitalidad. Del original en lengua hebrea pasó a nuestras lenguas sin importar la exactitud, que nada enriquece ni modifica  el contenido religioso.

 

Salmos 37:35-37 Reina-Valera 1960

 

 Vi yo al impío sumamente enaltecido,

 

Y que se extendía como laurel verde.

 

Dice otro. La única referencia que la Biblia hace a este árbol aparece en Isaías 44:14, donde se le menciona después de otros árboles..

 

Isaías 44 14 .Para esto tuvo que escoger un cedro o un roble entre los árboles del bosque, o bien plantó un laurel que la lluvia hizo crecer."  - Biblia  Online (parece que esta traducción es de la comunidad de los testigos de Jehová