La eterna juventud
Pbro.
José Martínez Colín
1) Para saber
Con motivo de la fiesta de la Pascua del
Señor, el Papa Francisco nos invita a vivir como hombres resucitados. El triduo
pascual, que prepara esta celebración, dice, marca nuestra vocación en el
mundo: nos recuerda que las cosas viejas ya pasaron y todo ha sido renovado en
Cristo quien fue muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra
glorificación.
La Resurrección de Cristo nos invita a
despojarnos del hombre viejo para ser “hombres resucitados que hacen del mundo
un espacio nuevo, donde hemos de ser instrumentos de consuelo y esperanza para
los que sufren la humillación y la soledad”, señaló el Papa.
2) Para pensar
Podemos descubrir que
todo hombre tiene un deseo de trascender, de permanecer, de no morir, un deseo
de eterna juventud. Ese deseo se muestra en la conocida novela del irlandés
Oscar Wilde titulada: “El Retrato de Dorian Gray”. Fue publicada a finales del
siglo XIX. Está considerada como una novela de terror gótico y es considerada
un clásico de la literatura.
En ella se relata cómo
un joven llamado Dorian quisiera permanecer siempre joven, no envejecer, y está
convencido de que lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la
satisfacción de los sentidos. Un amigo suyo le pinta un retrato con su imagen
joven y hermosa. Ante la pintura, a Dorian le nace el deseo de quedar siempre así,
como se le representa en el cuadro.
Gran sorpresa se
lleva cuando comprueba que su deseo se hace realidad. Ya no envejece, permanece
siempre joven, mientras que es el cuadro el que va envejeciendo acumulando los
años. Pero, además, la imagen del cuadro también acumula los efectos en que
incurre su alma con las maldades que comete Dorian, volviéndose cada vez más horripilante
y aterrador.
Ese deseo que la
novela nos la presenta como una metáfora, sí se cumple, pero de una manera
perfecta. Gracias a la Resurrección de Jesucristo, se nos ha abierto la
posibilidad de poder también resucitar, de obtener la vida eterna, llena de
hermosura, juventud y felicidad sin envejecer, ni sufrir.
¿Sabemos agradecer a nuestro Señor todo lo que
padeció para obtenerme la felicidad?, ¿pensamos que estamos en la tierra para
llegar a nuestro fin, que es la vida eterna?
3) Para vivir
Se cuenta que cuando los marineros viajan en
el mar, no están exentos del mareo. Pero tienen un remedio contra él. Cuando
empiezan a tener los síntomas del mareo, miran al cielo, sea una nube o una
estrella si es de noche. Ante el barco que se mueve, teniendo la vista en algo
fijo, evitan el malestar. De manera semejante, cuando tengamos los síntomas de
un mareo moral, es decir, cuando las tentaciones nos acechen, el poder, las
cosas de la tierra o el placer desordenados nos atraigan, es momento de mirar
al Cielo. Miremos con los ojos de la fe a Dios y los bienes que nos tiene
prometidos, entonces podremos vencerlas.
El Papa Francisco nos invita a vivir la Pascua
y, con la ayuda de la Virgen María, que entremos de lleno en el misterio de
Cristo y así dejemos que Él transforme nuestra vida, y vivamos ya desde ahora
los frutos de su Resurrección.