Cristo nos da la vida
P. Fernando Pascual
14-4-2018
La vida se pierde cuando nos
alejamos de Dios. Entonces triunfan nuestros dos peores enemigos: el pecado y
la muerte.
¿Por qué ocurre eso? Porque
escuchamos la voz del tentador. Porque preferimos realizarnos por nosotros
mismos. Porque soñamos con atajos fáciles y egoístas.
Dios responde ante nuestro
pecado con la promesa de la salvación. Su Amor es tan grande y tan poderoso que
empieza a tejer caminos para darnos Vida y salvarnos.
El Hijo toma carne, se hace
plenamente Hombre en el seno de una Virgen. ¿Por qué? ¿Qué pretendía el Hijo
del Padre e Hijo de María?
Vino para darnos vida, vida en
abundancia (Jn 10,10), y así vencer a la
muerte. Vino para sacarnos de las tinieblas. Vino para perdonarnos los pecados.
Vino para hacernos hijos del mismo Padre y hermanos entre nosotros.
¿Cómo lleva adelante ese
programa maravilloso? A través del camino del grano de trigo: vaciarse,
negarse, morir. Cristo acepta un abajamiento total.
La humanidad de Cristo pasó
por pruebas terribles. Se turbó, tuvo miedo, quiso ser librado del cáliz amargo
de la Pasión
Pero fue más fuerte su Amor al
Padre y a nosotros, sus hermanos pecadores. Por eso dio su vida (nadie se la
podía quitar...):
"Por eso me ama el Padre,
porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy
voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa
es la orden que he recibido de mi Padre" (Jn
10,17-18).
Cada año, con la celebración
de los misterios pascuales, damos gracias al Cordero que se ofrece para darnos
vida.
Desde entonces, tenemos
esperanza. El cielo está abierto. Con la fuerza del Espíritu, podemos
dirigirnos al Dios y decirle, confiadamente: Padre nuestro...