Lo que tiene remedio
P. Fernando Pascual
1-6-2018
Una herida pequeña tiene fácil
remedio. Lavar, desinfectar, cubrir. Luego, esperar el tiempo necesario para
que cicatrice.
Otras heridas, o enfermedades,
tienen remedios más complejos, mejores o peores. En ocasiones, llegan señales
de que la derrota será inevitable: no hay remedios para todo...
En el ámbito de la propia vida
personal, ¿qué tiene remedio y qué no lo tiene? Errores al escoger a un
"amigo", al empezar un trabajo, al seguir un mal consejo...
Hay situaciones que tienen
remedio. Podemos dejar a quien se desveló como traicionero. Podemos cambiar de
trabajo (algo a veces muy difícil).
Pero otras situaciones, ¿son
remediables? Lo que ocurre cuando uno se ha dejado esclavizar por placeres
egoístas, ¿no deja huellas imborrables?
Al encontrarse con personas
desgastadas como consecuencia de opciones equivocadas, o con dependencias
difíciles de erradicar, uno percibe la fuerza arrolladora de ciertos males
humanos.
Hay momentos que parecen
irremediables y definitivos. La muerte, por ejemplo, cierra tantas puertas en
el tiempo y fija de modo completo lo que será la vida futura: no tiene
remedio...
Dicen que mientras haya vida
habrá esperanza, que es lo mismo que decir que muchas situaciones, incluso los
pecados, tienen remedio, desde el arrepentimiento y la apertura a Dios.
La vida transcurre veloz,
entre problemas y males en el cuerpo y en el alma. No todo tiene remedio, pero
lo que puede ser curado merece nuestra atención y los mejores esfuerzos.
Ante nosotros existen siempre
horizontes de esperanza, cuando Dios perdona los pecados a quien se arrepiente,
y cuando un corazón, purificado, reemprende el camino de la vida con gratitud,
humildad, y un amor más maduro y más sincero.