Vegetales y Biblia: papiro

Padre Pedrojosé Ynaraja

El lago Hule no aparece mencionado ni una sola vez en la Biblia. Indirecta y equivocadamente, se refiere a este lugar con la expresión “las aguas de Merón”.

Se trata de un pequeño lago cercano a las fuentes y a las cataratas del Jordán, que no mide más de 5km de norte a sur y 3km de este a oeste, a unos 16Km del mar de Galilea, situada su superficie todavía por encima del nivel del Mediterráneo. Por razones estratégicas y tratando de aprovechar su superficie para convertirla en tierras de cultivo, estuvo a punto de desaparecer, mediante procesos de desecado. Se suspendió la tal operación, volvió a invadir el agua sus orillas y sus pocos metros de profundidad que, no olvidemos, pertenece a la fosa tectónica del Mar Muerto, que a poca distancia de aquí aparece y se prolonga hasta tierras africanas, desapareciendo por la zona de los grandes lagos de ese continente. Por sus aguas he visto muchos “peces gato”, necesariamente serán de importación. Sé que han vuelto a poblar sus arboledas los jabalíes y algunos otros animales en su curioso entorno. Tengo la impresión de que a ningún lejano viajero le puede interesar la visita, excepto a mí, y doy razón de ello.

CRECÍAN PAPIROS

Leí un día que, por sus riberas, abundantes humedales, crecían papiros, planta que yo nunca había visto. Así que en uno de mis viajes me acerqué al lugar, observé entre los juncos los vegetales que buscaba y me traje algún fragmento de palo muerto y seco, que ahora ilustra este reportaje. Con troncos de estos, de sección triangular, según algunos autores, y de mucha menor sección, evidentemente, se sirvieron los antiguos, por lo menos algunos, para marcar las tablillas de arcilla húmeda, con las típicas incisiones del lenguaje escrito llamado cuneiforme.

Ahora bien, si hoy me implico en el papiro para la redacción de este reportaje, es por ser la materia prima de la fabricación del soporte de muchos escritos y dibujos de la antigüedad. Explico brevemente el proceso para conseguirlo, seguido aun hoy en día.

TRONCOS SECOS

Los troncos secos, mejor sería llamarlos tallos, se ponen en remojo unos días al cabo de los cuales con algún afilado instrumento que desconozco como pudiera ser en la antigüedad, se cortan longitudinalmente finas tiras, que se alinean paralelas formando una superficie rectangular. De inmediato se superpone idéntica capa, pero esta vez cruzadas las lengüetas en ángulo recto. Ligero prensado para eliminar el exceso de agua, posteriormente puesto secar y conseguido suave bruñido, frotando la superficie con una concha o una pieza de marfil.

En alguna ilustración del presente, se puede observar perfectamente las dos direcciones y, vuelvo a repetir que su perfecta unión es simplemente debido a la savia que une todavía las tiras de celulosa que es la materia prima y única de este soporte de utilidad gráfica. Evidentemente, del término papiro y de su idéntico componente, se deriva nuestro papel, aunque a la celulosa se le añadan otras substancias, desde colas que le confieren seguridad hasta yeso, caolín y materiales plásticos.

FLEXIBLE Y ECONÓMICA

Esta superficie, hablo del papiro, se convirtió en el soporte más adecuado para multitud de documentos que carecían de solemnidad, o que no exigían perpetua supervivencia, que en este caso se gravaban en piedra o metal, aunque hay que advertir que el más antiguo que se conserva se encontró en la tumba del Faraón Den (2914-2867 a. C). de manera que tampoco se deteriora con facilidad.

El papiro se sitúa entre la losa, la plancha de cobre o de plomo, o la tablilla de arcilla, que son sistemas muy antiguos y la piel de animal, sometida al curtido, sea más o menos rígida, pergamino o vitela, antecedentes todos ellos del papel, casi el único material actual de archivo, excepción de las lápidas. La introducción de los soportes digitales está revolucionando las costumbres de editado y conservación hasta tal punto, que no somos capaces de imaginar hasta donde llegarán, dado el continuo mejoramiento de los sistemas, cintas, disquetes, pendrives, etc.

Antes de la visita al Hule conocía y poseía muchos papiros decorados o con textos escritos, típicos objetos de recuerdo o para obsequio, pero me faltaba conocer el origen. Ver ejemplares vivos y auténticos en su genuino hábitat Tenía también plantas como la que aparece en una ilustración de este artículo, muy semejantes a las de papiro, es más, si uno busca orientación en Google, la encontrará poniendo papiro de jardín.

Y para acabar anoto los nombres científicos de ambas plantas. El primero, el papiro autentico, tal como aparece en el naipe, se llama Cyperus papyrus. El segundo, el que abunda en estanques de jardines, particulares y públicos, es el Cyperus Alternifolius. También lo he fotografiado y aparee en este reportaje. 

Que al papiro hoy en día, y en la antigüedad según testifica el texto del Éxodo, se le den otras utilidades es secundario y no me entretengo en describirlos.

CITAS BIBLICAS

Me limito ahora a citar y copiar los textos bíblicos en los que aparece el papiro.

“Pero no pudiendo ocultarlo ya por más tiempo, tomó una cestilla de papiro, la calafateó con betún y pez, metió en ella al niño, y la puso entre los juncos, a la orilla del Río. La hermana del niño se apostó a lo lejos para ver lo que le pasaba” Orígenes de Moisés (Ex 2,3)

“Se trocará la tierra abrasada en estanque, y el país árido en manantial de aguas. En la guarida donde moran los chacales verdeará la caña y el papiro. Habrá allí una senda y un camino, vía sacra se la llamará; no pasará el impuro por ella, ni los necios por ella vagarán. (Is 35,7).

“¿Brota acaso el papiro sin marismas? ¿Crece sin agua el junco? Aún en su verdor, sin ser cortado, antes que toda otra hierba se marchita. Tal es el fin de los que a Dios olvidan” (Jb 8,11)

“Llamó luego a la madre, mandó traer una hoja de papiro y escribió el contrato matrimonial, con lo cual se la entregó por mujer, conforme a la sentencia de la ley de Moisés. Y acabado esto, empezaron a comer y beber”. (Tb 13)

Explicación de las fotografías.- La foto de arriba corresponde a un tallo de papiro. Tanto la de aquí abajo como la que aparece en la mitad de la página son de papiros de jardín. La de entrecruzado azul es la superficie del papiro y la de la imagen corresponde a un icono copto en papiro