Quinto Mandamiento
¿Soy guardián de mi hermano?
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Después
de su viaje a los países bálticos y del inicio del Sínodo sobre los jóvenes, el
Papa Francisco quiso continuar su catequesis sobre los mandamientos,
correspondiendo ahora al quinto: “No matarás”.
Este
mandamiento, como todos, defiende algo muy valioso, en este caso, quiere
proteger toda vida humana. Revela que a los ojos de Dios la vida humana es
preciosa, sagrada e inviolable. Por ello nadie puede despreciar la vida de los
demás o la suya propia.
El
Papa recuerda que hay también otras formas de matar como puede ser el odio, el
insulto o el desprecio. Desgraciadamente nos podemos acostumbrar a insultar o a
despreciar a los demás, pero no hay que olvidar que son formas de matar la
dignidad de una persona.
2) Para pensar
Juan
Pablo I contaba una anécdota que le sucedió siendo obispo de Venecia. Ahí tenía
la costumbre de visitar los asilos. En una ocasión encontró a una anciana
enferma y se puso a platicar con ella. La mujer se veía muy triste por lo que
el obispo le preguntó si la trataban mal. “No, me tratan muy bien”, respondió.
Entonces preguntó sobre la comida. “Es muy buena”, dijo la anciana. “Y ¿cómo
está la calefacción? ¿Padece frío?” preguntó el obispo. “Está muy bien el
clima, es agradable”, respondió. “Pero entonces ¿por qué está triste? ¿Qué le
pasa?” volvió a preguntar. Entonces la mujer casi llorando le responde: “Es la
indiferencia de mi hijo y mi nuera lo que me duele, nunca me visitan, y me
gustaría ver a mis nietecitos”.
El
Papa Francisco señala que todos tenemos una vida noble, digna, muy sensible, y
poseemos algo más que nuestro ser físico. De hecho, para ofender la inocencia
de un niño es suficiente una frase inoportuna. Para herir a una mujer basta un gesto
de frialdad. Para romper el corazón de un joven es suficiente negarle la
confianza. Para aniquilar a un hombre, basta ignorarlo. La indiferencia mata.
Es como decir a la otra persona: “Tú, para mí, estás muerto”, porque lo he
matado en mi corazón.
Cuando
el Señor le pregunta a Caín sobre su hermano, respondió: “¿Soy yo acaso el guardián
de mi hermano?” El Papa Francisco nos invita a responder: “¡Sí! ¡Somos
custodios el uno del otro!” Y este es el camino de la vida, es el camino del no
asesinato. Pensemos en la gravedad del insulto, del desprecio, del odio, de la
indiferencia: Jesús los coloca en la línea del asesinato.
3) Para vivir
Así,
el “No matarás” es una llamada al amor y a la misericordia, es una llamada a
vivir de acuerdo con el Señor Jesús, que dio su vida por nosotros. Habría que
fomentar una actitud de reconciliación con las personas con las que hemos
tenido problemas. También si hemos pensado mal de ellos o si les hemos
insultado.
El
Papa expresó su deseo y lo hermoso que sería si esta enseñanza de Jesús entrase
en la mente y en el corazón, y que cada uno de nosotros dijese: “Nunca
insultaré a nadie”. Sería un buen propósito porque Jesús dice: “Mira, si
desprecias, si insultas, si odias, eso es homicidio”.
Al
final, el Papa recordó una frase de un santo para vivirla: “Está muy bien no
hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien”.