BUSCANDO UN
SUEÑO
Desde hace un tiempo
conozco a aquella persona y ella ha sabido ganarse mi afecto.
Varias son las razones por
las que experimento un profundo aprecio hacia su persona.
Una de las cosas suyas que
más llaman mi atención es su sueño de maternidad.
Por alguna razón tal cosa,
pese a sus variados empeños, no ha sido posible.
Es su gran sueño y se le
viene negando.
Encontrarse con ella es
encontrarse con un nuevo empeño en pos de lograr su sueño de maternidad.
En oportunidades su relato
está lleno de normalidad y en otras ocasiones de ansiedad.
Quizás esa ansiedad le
juega en contra en el deseo de realizar su sueño.
Uno le desea lo mejor y
sabe que “su lo mejor” es quedar embarazada y ser madre.
Inmediatamente uno piensa
en los muchos embarazos no deseados y ella que no puede logarlo. Es de esas
realidades que no tienen explicación alguna.
¿Por qué? o ¿Para qué?
Vaya uno a saber por dónde
deberá buscarse la posibilidad de una posible pista de búsqueda de reflexión.
Reflexión que debe realizar
ella y que a uno le gustaría poder visualizar.
Ella sabe que rezo por ella
y su sueño.
Nunca se lo he dicho pero
en oportunidades me he visto pidiéndole al Señor que pueda quedar embarazada.
No es mi forma de rezar ya
que suelo decir: “Por …….” y el Señor sabe lo que es
lo mejor para ella.
Pero en oportunidades me
impacta tanto su sueño que me veo pidiendo pueda quedar embarazada sabiendo no
soy quién para decirle al Señor lo que debe realizar.
Sé que tal cosa le haría
sentirse muy feliz y realizada.
Sé que tal cosa le colmaría
de dicha y, por ello, se lo pido al Señor.
Sé que es dichosa con su
actividad y pone en ella todo su empeño pero no puede compararse con su sueño
de maternidad.
Sería su forma de completar
su actividad donde ella no es fin sino medio.
Tiene un sueño y busca
agotar todos los medios para lograrlo.
En este tiempo donde por
cualquier razón se abandonan los sueños ella parece surgida de otro tiempo
puesto que tenaz en su búsqueda
Muchos ya habrían
abandonado su sueño ante menores
dificultades pero ella continúa buscando lograrlo y ello le hace aún más
admirable.
Con estos renglones no
deseo usted se esté preguntando de quién hablo sino que mi deseo va por otro
lado completamente distinto.
Con estos renglones quiero
invitarlo a preguntarse por sus sueños y lo que hace para lograrlos.
Qué es lo que ha hecho no
estuviesen tan vigentes como hace algún tiempo. Por qué han perdido actualidad
en su vida.
Es imposible vivir sin
sueños puesto que hacerlo es, únicamente, sobrevivir.
Los mediocres son los que
sobreviven sin sueños.
Los mediocres son aquellos
que han tenido un sueño y lo han abandonado por diversas circunstancias que la
vida le puso en el camino.
Las personas grandes nunca
abandonan su sueño ni bajan los brazos ante las adversidades posibles.
Las personas grandes jamás
renuncian a sus sueños puesto que hacer tal cosa es casi como traicionarse a sí
mismo.
Para las grandes personas
un sueño es la razón de todos y cada uno de sus mejores empeños y, por ello,
jamás abandonable.
Padre
Martin Ponce de Leon SDB