Parábola del buen político y
las cifras
P. Fernando Pascual
18-3-2019
En un país lejano, donde la
justicia radicaba en el corazón de algunos políticos, hubo una manifestación a
favor de leyes mejores.
Uno de los políticos que allí
estaba tomó la palabra y expresó con sencillez lo que pensaba y sentía en esos
momentos.
"Amigos y quienes ahora
me escucháis. Somos muchos aquí, pero no quiero ni puedo dar cifras.
Porque, como ocurre tantas
veces, ante manifestaciones hay quienes inventan cifras para hacer ver que eran
más o eran menos, según sus intereses, sus miedos, sus deseos y mentiras.
Alguien me ha dicho que todos
mienten, y que también nosotros debemos mentir y decir que somos muchos. No
estoy de acuerdo.
Una causa buena no puede
defenderse con métodos malos. Si estamos convencidos de lo que proponemos, no
hace falta inflar las cifras.
No sé cuántos somos. Me
gustaría que fuésemos más, pero lo importante es que coincidamos en el amor a
la verdad y en la defensa de la justicia.
Por eso, aunque quienes atacan
nuestras ideas digan que somos menos, y algunos que dicen apoyarlas afirmen que
somos más, lo que me interesa es que somos los que somos, y que queremos ser
honestos.
Dejemos, pues, esa extraña
táctica de mentir porque otros lo hacen. Que el amor a la verdad sea no solo un
gesto quijotesco, sino una convicción profunda.
Para promover el bien hay que
hacerlo bien. Es decir, con sinceridad, sin mentiras. Esa va a ser nuestra
fuerza.
Seamos pocos o seamos muchos,
lo importante es seguir adelante en la defensa de nuestros principios con
honestidad.
Porque lo justo no es más
justo si unos lo revisten con cifras falsas. Ni deja de serlo si otros lo
desinflan al rebajar el número de los aquí presentes.
Defendamos nuestras ideas con
valentía, en un diálogo franco, sencillo, lleno de honestidad. Solo así
apoyaremos eficazmente nuestra causa y promoveremos un mundo más auténtico,
capaz de abrirse a confrontaciones bien llevadas".