Ideas, interpretaciones e
historia
P. Fernando Pascual
14-6-2019
Un historiador no puede
contarlo todo. La cantidad enorme de datos y documentos implica necesariamente
elaborar una síntesis que permita ver los aspectos más relevantes del pasado y
las líneas de fondo que lo hacen más o menos comprensible.
En la selección de datos y en
la ordenación de los mismos es normal que se mezclen ideas e interpretaciones,
lo cual forma parte constitutiva de cualquier modo humano de ver las cosas. Por
eso la historia no se limita a "fotografiar" hechos, sino que se
construye desde visiones y perspectivas más o menos explícitas.
Aquí radica uno de los retos
de la historia: saber identificar las ideas que cada historiador usa para leer
el pasado, y tener la honestidad de darlas a conocer a los oyentes y lectores.
Resulta imposible renunciar a
esas ideas e interpretaciones: la misma tarea de escoger unos datos y dejar de
lado otros exige adoptar algunos criterios. Por eso cada historiador está
llamado a explicar sus opciones y su manera de interpretar, en orden a dejar
más espacio al juicio crítico de sus lectores.
Las distorsiones y
manipulaciones en la historia se producen cuando se ocultan los propios
criterios, cuando se omiten datos relevantes porque no van de acuerdo con el
punto de vista (o la tesis) del historiador, cuando se añaden otros sin
fundamento, o cuando se interpretan los hechos con prejuicios que falsean la
realidad.
No resulta fácil elaborar
buenas historias por estos aspectos subjetivos que forman parte de la vida y la
manera de pensar de quienes trabajan en ese importante saber humano. Por eso es
tan importante tomar conciencia de los daños que se producen en la historia
cuando en ella entran elementos ideológicos que llevan a distorsiones y
falsedades.
Historias elaboradas con
honestidad y rigor, con una sincera explicitación de los propios criterios
interpretativos, sin dejar de lado lo relevante y sin manipular los datos
documentados, permiten no solo conocer mejor un periodo histórico, sino también
profundizar en ese rico y complejo camino de la humanidad durante el pasado, y
evidenciar mejor las huellas que ha dejado en el presente.