La libertad ante lo posible
P. Fernando Pascual
4-7-2019
Uno se pregunta si revisará o
no revisará si la luz quedó apagada en la habitación. Otro pensará si contesta
los mensajes pendientes o si llama por teléfono a un familiar para su
cumpleaños. Otro duda entre ir hoy mismo de compras mientras hay rebajas o
esperar unos días más.
Somos libres cuando vemos
diversas posibilidades ante nosotros. Eso significa que podemos hacer realidad
o dejar a un lado lo que aparece como opción. Las decisiones dependen de cada
uno. La responsabilidad empieza cuando descubrimos que somos libres.
La existencia humana tiene esa
dimensión característica: abrirse a lo posible. Por eso unos empiezan una serie
de acciones buenas, orientadas a mejorar un poco la vida de los cercanos y los
lejanos. Otros, por desgracia, ponen en marcha decisiones malas: sus
consecuencias provocan daños más o menos relevantes.
La libertad experimenta
continuamente una llamada a escoger ante lo posible. Incluso quien decide
esperar un día y otro antes de tomar una decisión, ha tomado ya la decisión de
esperar... Nadie puede huir ante el enorme reto que nos caracteriza como seres
humanos dotados de voluntades libres.
Alguno siente miedo al
encontrarse ante opciones que implican graves consecuencias. La responsabilidad
ante lo que vaya a ocurrir depende de lo que piense y decida. Pero no puede
esconderse, como dicen que hace el avestruz: cada minuto nos obliga a tomar
nuevas decisiones.
Tras un acto libre, empiezan a
vislumbrarse cadenas de consecuencias. Unas, más previsibles. Otras,
sorprendentemente inesperadas. Algunas, surgidas desde las decisiones de
quienes, después de nuestras opciones, tuvieron que elegir cómo reaccionar ante
ellas.
Las indeterminaciones del
futuro pueden ser mayores o menores. Lo que no podemos ignorar es que la
pequeña (o gran) historia que cada día escribimos depende de nuestra libertad.
Por eso, antes de tomar una
nueva decisión, necesitamos pedir ayuda a Dios y consejo a personas buenas y
prudentes. De este modo, podremos evaluar qué posibilidades encontramos ante
nosotros, cuáles sean las consecuencias previsibles de nuestros actos, y cómo
orientarnos, serenamente, a la búsqueda de aquello que sea mejor para todos.