Voz del Papa
Caminando en la luna
José Martínez Colín
1) Para saber
El
pasado 21 de julio se cumplieron 50 años de que el hombre pisara el suelo de la
luna por primera vez en la historia. En ese entonces, el ahora santo, Papa Pablo
VI, dirigió unas palabras: Un pensamiento está en la mente de todos: la
expedición de los astronautas norteamericanos a la Luna. Esos avances
tecnológicos han de llevarnos a una reflexión sobre el hombre… Sí, sobre el
hombre. ¿Quién es este ser capaz de tanto, tan pequeño, tan frágil… pero que es
tan superior, tan victorioso sobre el tiempo y el espacio? ¿Quiénes somos? El
hombre es criatura de Dios, mucho más que la Luna misteriosa, y se nos revela
gigante, divino, no en sí mismo, sino en su principio y su destino. Honor al
hombre, honor a su dignidad, a su espíritu y su vida: “Por la humanidad, por
los pensadores y los héroes de esta fabulosa empresa, hoy rezamos”, concluía.
Ahora,
con motivo del 50 aniversario, el Papa Francisco exhortó para que el recuerdo
de ese gran paso para la humanidad “encienda el deseo de progresar juntos hacia
metas todavía más grandes: más dignidad para los débiles, más justicia entre
los pueblos y más futuro para nuestra casa común”.
2) Para pensar
En
la Sagrada Escritura el apóstol San Juan relata su contemplación de una “Mujer
revestida del sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de
doce estrellas” (Ap. 12,1). Con ese motivo, en España existe desde hace siglos
la advocación a la “Virgen de la Luna”. Una cofradía se encarga de honrarla. En
1969, año del viaje del Apolo XI a la luna, el Secretario de dicha Cofradía, el
señor Felipe Sánchez, escribió una carta a los astronautas Armstrong, Collins y
Aldrin, “dándoles la enhorabuena por la gesta que habían conseguido”, les adjuntó
unas estampas de la Virgen de Luna, y la envió a la NASA.
Grata
sorpresa tuvo el señor Felipe cuando llegó a su casa un sobre de la NASA, en
que los tres astronautas le enviaban una foto firmada por ellos, agradeciendo su
carta y las estampas de la Virgen.
No
todo terminó ahí, esas cartas fueron el inicio de una bonita historia, pues el
intercambio de correspondencia siguió con las siguientes misiones espaciales. Consta
que hasta el Apolo XVII mantenía correspondencia con los astronautas. El señor
Felipe falleció en 1997. Esas cartas se conservan en el Santuario de la Jara, en
Córdoba, en donde está la Virgen de la Luna.
3) Para vivir
Neil
Armstrong, que era el comandante de la misión, se convirtió en el primer hombre
en pisar el satélite, tras lo cual pronunció su famosa frase: “Un pequeño paso
para un hombre, un gran salto para la humanidad”.
A
su vez, el astronauta del Apolo 16, Charlie Duke, comentaba que es muy agradable
caminar por la Luna, pues está cubierta de polvo fino, como harina, y desprende
muchísimo brillo. Afirmó que cuando subió a la nave "no era
cristiano", pero vio la "fuerza de Dios" cuando su mujer cambió
de vida hacia la alegría, y de ahí empezó a leer la Biblia. Piensa que los
hombres no pueden ser "enemigos" de Dios, ni debe haber conflicto
entre la comunidad científica y el cristianismo. Duke considera su vida como
"un milagro", siendo un gran "privilegio" haber caminado
por la Luna, en su caso además, "en compañía de Dios".
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía
(Universidad de Navarra). (articulosdog@gmail.com)