El polémico uso del adjetivo
polémico
P. Fernando Pascual
6-8-2019
Miles de personas y de ideas
provocan polémicas. Es parte de la vida humana en sociedad, sobre todo cuando
se proponen ideas que generan debates.
Ello explica la presencia
frecuente del adjetivo "polémico", sobre todo en medios
periodísticos, aunque a veces se abusa de tal adjetivo.
żCuándo se incurre en el
abuso? Cuando se califica continuamente a los que defienden ideas a favor de la
familia, de la vida de los no nacidos, del sentido genuino del matrimonio, como
"polémicos".
Lo paradójico del caso es que
la palabra "polémico" se usa de modo unidireccional. Se califica como
"polémico" un documento de la Iglesia católica sobre el aborto o
sobre las teorías del gender mientras que la
palabra "polémico" brilla por su ausencia ante los que defienden el
aborto o ciertas maneras de entender el gender.
Estamos así ante un típico uso
de las palabras para orientar (en muchos casos, para manipular) a los lectores
y oyentes. Porque usar el adjetivo "polémico" para los que defienden
A y omitirlo para los que defiende lo contrario es un modo sutil de denigrar a
los primeros y apoyar a los segundos.
Un periodista honesto no
etiqueta las posiciones que detesta con adjetivos orientados a descalificarlas,
ni exalta las posiciones propias con adjetivos o términos que buscan
ensalzarlas.
Es cierto que el periodista,
como cualquier ser humano, tiene sus preferencias. Resulta, en ese sentido,
bella la honestidad de quien dice que está a favor de una idea y en contra de
la idea opuesta.
Lo que no es honesto es buscar
modos para aparecer como neutral cuando se va contra la neutralidad
precisamente con un uso selectivo del adjetivo "polémico" para
aplicarlo a unos mientras que no se usa con otros (que son igualmente
polémicos...).
La transparencia y la
honestidad siempre han sido ingredientes apreciados por los amantes de la
verdad y la justicia. Por lo mismo, frente a debates (y polémicas) que surgen
ante temas importantes, las personas íntegras evitan abusar de calificativos
que buscan despreciar ciertas ideas y buscan, seriamente, afrontarlas en un
diálogo sereno y equilibrado.