MALA LECHE
Últimamente
me han acercado una serie de comentarios sobre un determinado tema.
Escuché,
uno a uno, aquellos comentarios y a medida iba escuchándoles me preguntaba si
tales reflexiones respondían a cortedad intelectual o a “mala leche”
Debo
aclarar que la expresión “mala leche” la utilizo puesto que de utilizar la que
corresponde a mi lenguaje no podría publicarse en este medio.
Considero
que hay “mala leche” cuando se modifica el sentido de algunos conceptos buscando
encontrar argumentos para lo que se desea.
Hay
“mala leche” cuando se mal mira la historia olvidando muchos pasajes de la
misma pretendiendo quedarse con aquello que interesa a su manera de pensar.
Hay
“mala leche” cuando se parcializa el contenido de una idea para que la misma
resulte falaz o censurable.
Hay
“mala leche” cuando lo que se busca es un fin que se disfraza por otro con
máscara de bueno y justo.
Hay
“mala leche” cuando se transmite con voz dolida y preocupada lo que no es otra
cosa que una bajeza contra quien se dice cuidar.
Hay
“mala leche” cuando el fundamentalismo se presenta como bien común y fuente de
unidad.
Porque
tengo una determinada cultura no puedo despreciar a aquellos que poseen una
cultura diversa a la mía o ponerme en un lugar donde solamente puedo y debo
acercarme a ellos para enseñarles.
Porque
tengo una historia cargada de vida y de nombres no puedo ver a los que poseen
una historia distinta como a seres sin historia a los que debo culturizar.
No
soy el dueño de la historia por determinada forma de pensar ni puedo suponer
que los demás no posean mucho para ayudarme a ser mejor persona aunque utilicen
un lenguaje rudimentario que cuesta entender.
Pensar
de esa manera es ser “mala leche” aunque la misma se encuentre disfrazada de
intentos por promover y despertar promociones.
Es
evidente que, con el paso de la escucha, uno va tomando conciencia de que hay
“mala leche” en lo que se dice y plantea por más que se utilicen citas de muy
diversos autores. Ello lleva a suponer que no es producto de la ignorancia la
manera de razonar.
Solamente
se busca hacer daño y tal cosa no es de cortedad intelectual o de una cerrazón
intelectual sino producto de un fundamentalismo sazonado con “mala leche”
Supongamos
que, hoy, en plena campaña electoral, un candidato dijese: “Cuando seamos
gobierno haremos……” y me quede en eso para compartir que ese candidato no puede
llegar al triunfo porque está diciendo que lo único que le interesa es su
gobierno y sus propuestas las guarda para sí y no le interesa el país sino su
gobierno.
Estaría,
sin duda, utilizando incorrectamente lo que se dice pero me serviría para decir
que no es una persona confiable como para que se considere votar.
Estaría,
deliberadamente, dando a la frase, un contenido que no corresponde y extrayendo
conclusiones que no responden a lo que se dice.
Sin
duda estaría actuando con necedad y “mala leche”. Necedad porque alterando el
contenido de la frase propuesta. “Mala leche” porque lo haría con la seguridad
de que alguien creería mi razonamiento.
Esto
se amplificaría si yo me presentase como integrante del mismo sector político
que el autor de la frase y preocupado por el mejor desempeño electoral del
grupo al que digo pertenecer y por fidelidad al mismo y buscando la unidad del
mismo realizo tales comentarios.
Quizás,
para poder entender el contenido de este artículo, debería recordar uno, no
hace mucho tiempo, publicado que titulé “Pobre claraboya”.
Le
aseguro no insistiré con este tema pero sucede que me preocupa todo un clima de
tensión que se ha creado y espero no lleve a ningún tipo de ruptura
Padre Martin Ponce de Leon SDB