FIESTA
Padre Pedrojosé Ynaraja
A un pueblo se le conoce
observando sus recreos. Porque el hombre es un animal festivo. Tal característica le diferencian del animal más
que sus genes.
La fiesta es una
celebración gozosa en honor de…
En la celebración, en
pleno sentido antropológico, interviene el cuerpo, el alma y el espíritu.
El gozo también le es
propio. Es mucho más que la alegría o el regocijo. Tal vez la palabra que lo
defina mejor sea júbilo. En catalán se dice “content com un gos amb
un os” (contento como un perro con un hueso) que
expresa precisamente por una parte la satisfacción del animal y por otra las
limitaciones de quien a él se le compara.
El honor le es propio,
ocupa los niveles superiores de su humanidad.
Se celebra, pues una
fiesta en honor de… el aniversario del nacimiento, por poner un ejemplo
mencionado en el evangelio, que si bien tal día fue gozo para Herodes, fue
trágico para el Bautista.
Cuando uno se dirige a
Petra, distingue a su derecha lo que fue el castillo-palacio de Maqueronte, donde el
reyezuelo celebró orgulloso la fiesta. En Jerusalén semi
abandonado y profanado, su sepulcro.
El principal momento del
cristiano es el de su bautismo, es justo, pues, que lo celebre. La culminación
de su iniciación la Eucaristía, después el de su amor comprometido, en el
matrimonio o en el sacerdocio, también será muy digno que lo celebre.
La fiesta ensalza, pero
no disminuye o esconde el contenido. Hago esta advertencia porque con
frecuencia, tanto el día del bautizo como el de la boda, la importancia se le
da al banquete.
Esta temporada de
pandemia, se ha dicho, publicado y comentado, las consecuencias adversas que
tal situación supondrán o impedirán las primeras comuniones o bodas para los
hoteles y restaurantes. No he leído, ni escuchado, que durante este tiempo, el
ritmo creciente de la Gracia sacramental disminuirá en la Iglesia.
Puede suceder así, pero
no es toda la verdad. Los virus no han impedido la celebración de matrimonios, aunque las leyes prohibieran
bailes y banquetes. (continuaré)