QUINCEAÑERA

Padre Pedrojosé Ynaraja Díaz

 

Cuando uno es viejo tiende a referirse y hablar de hechos o costumbres pasadas que experimentó, apreció y marcaron algunas etapas de su vida. Había antes más homogeneidad, porque también los medios técnicos eran menores de los de hoy.

 

No me refiero a normas o procederes importantes. Fueron detalles que sin darse uno cuenta influían en la propia personalidad. Las diferencias sociales se expresaban de maneras tan sencillas como las golosinas, los atuendos y poca cosa más.

 

Nosotros los estudiantes de bachillerato teníamos nuestras costumbres, diferentes de las que pudieran tener los que a los 14 años se habían incorporado al mundo del trabajo como aprendices, escribientes o modistillas.

 

Estoy pensando en cosas tan sencillas como las simples canciones. En cierta época, en reuniones o por la montaña, cantábamos melodías del Tyrol, de ritmos alegres. Sin saber cómo, nos sentimos imbuidos en músicas andinas ¿Quién ignoraba “el cóndor pasa”? la flauta dulce sustituía a la quena amerindia. Llegó la canción revolucionaria, emblemática era “Bella ciao”, el banjo marcaba el ritmo. Después la “nueva canción” en la que abundaba la protesta y el localismo. La llegada de este estilo supuso la incorporación de la guitarra.

 

Los tiempos han cambiado mucho. El fenómeno del auto-stop o el interrail fue el anticipo de los viajes low cost. Errar para conocer, se dice, que se reduce, generalmente, a ver y fotografiar con el móvil, sin hurgar en la realidad histórica-cultural que todo paisaje encierra y que enriquece al visitante y si la actitud es cordial, cada viaje deja el testimonio de una nueva amistad.

 

Añado, interesan los monumentos de un país y sus costumbres. Las culturas desnudan su belleza al celebrar sus propias fiestas.

 

Conversábamos de estas cosas y otras más con un compañero sacerdote latinoamericano, de ello quería hablar. Me he interesado últimamente por la fiesta de los quince años. Un fenómeno muy curioso, que empalmaría con lo que me había referido respecto a las bodas. Continuaré.