25 DE JULIO
SANTIAGO EL MAYOR, APÓSTOL
Santiago, hijo de Zebedeo y Salomé (cfr. Mc. 15, 40; Mt 27,
59), es llamado "el Mayor" para distinguirlo del otro Santiago, hijo
de Alfeo.
Santiago es hermano de Juan (probablemente su hermano mayor),
y ambos fueron testigos, junto con Pedro, de momentos muy especiales de la vida
de Jesús: entre ellos la transfiguración y la agonía. A él y a su hermano -por
su carácter impetuoso- Jesús los llamaba "hijos del trueno".
Después de los relatos del Evangelio que lo mencionan en
varias ocasiones, hay una laguna en la historia de Santiago, hasta su muerte,
que nos narran los Hechos de los Apóstoles. Pero un episodio sumamente
importante de su vida que recoge la tradición, viene a llenar esa laguna: su
viaje a España. Allí habría anunciado el Evangelio y organizado la Iglesia.
En la ciudad de Cesaraugusta, junto
al Ebro, sintiéndose un día cansado y abatido, tuvo el consuelo de recibir la
visita de la Virgen María, que vivía entonces en Jerusalén. Ella le dio ánimo
en su misión, bendijo su obra y le prometió que desde entonces tomaría a ese
pueblo bajo su especial protección, dejando como recuerdo de su visita una
columna de mármol, símbolo de la firmeza de la fe. La columna aún se conserva:
es el Pilar de Zaragoza. "Zaragoza" es el nombre actual de Cesaraugusta.
De vuelta en Jerusalén, según los Hechos de los Apóstoles,
Herodes Agripa lo mandó ejecutar (Hech. 12, 1-2);
esto ocurrió alrededor del año 42 ó 44, en las
cercanías de la fiesta de Pascua. La Liturgia de su fiesta resalta esa
condición de primer apóstol mártir: la Oración sobre las Ofrendas se refiere a
él como "el primero de los apóstoles que bebió el cáliz de Cristo"
(cfr. Mc. 10, 35-40).
Después de la muerte de Santiago, según la tradición, su
cuerpo fue llevado de nuevo a España; se perdió su rastro durante cierto
tiempo, pero luego su tumba fue encontrada, en tiempos del obispo Teodomiro de Iria, en el año 830, gracias al fulgor de una estrella que
indicaba el sitio de su sepultura. Ese lugar se llamó "campo de la
estrella", "Campus Stellæ", es decir,
"Compostela". Desde entonces, Santiago de Compostela es una célebre
meta de peregrinaciones, una de las principales del mundo junto con Jerusalén y
Roma.