TECNOCRACIA

Padre Pedrojosé  Ynaraja  Díaz

 

Si una corporación constata que no progresa, pierde vitalidad y no tiene esperanza de futuro, entonces el líder, frecuentemente, acude a la tecnocracia. Estoy pensando ahora en unidades de iglesia, diócesis, parroquias, movimientos, congregaciones o similares, la llamaré, pues, tecnocracia espiritual. Adelanto que, generalmente, es consecuencia de la ausencia de i+d+i, o dicho en román paladino, carencia de profetismo. 

Basta de principios. Acudo a relatos.

Las vidas de santos fue en otros tiempos lectura favorita de infantes y adultos y yo no fui excepción.

Recuerdo un librito ilustrado que contaba la vida de San Tarsicio. Eran tiempos de persecución romana. Las comunidades se reunían clandestinamente. En Roma tal sitio era las catacumbas. Acabado el encuentro, algún voluntario llevaba la comunión a enfermos y prisioneros. Por algún motivo, en cierta ocasión, faltó quien pudiera hacerlo. Tarsicio, un niño de siete años se ofreció y confiaron en él. Salió con la Eucaristía cabe a su pecho, protegiéndola con sus brazos que lo estrechaban. Sus compañeros que lo vieron quisieron saber qué escondía, murió defendiéndolo. Han pasado 80 años, el dibujo del folleto lo conservo en la memoria. (Me sorprendió ver su sepulcro cuando  visitaba la catacumba de S. Dámaso).

Las circunstancias de hoy son diferentes, pero también ahora autoridades muy autoritarias, dificultaron o impidieron comulgar.

Muchas comunidades acudieron a trasmisiones por TV de diferente tecnología. Juzgo que limitarse a eso pudiera ser semejante a que los primeros cristianos se hubieran reducido a leer los textos de San Justino, fieles como estas emisiones.

Se recomendó ahora a personas en riesgo, ancianos o impedidos, que no salieran de su cubículo. A los demás se les permitió acudir a proveerse de alimentación, a comprar tabaco (¿) a sacar al perro (¿).

Se insinuó que familiares o amigos proveyeran a los incapacitados de alimentos. Me consta que se ofrecieron muchos. ¿Quién se ofreció a llevarles la comunión?