PESEBRE
Me
solicitaron hiciese en guión para un “pesebre moderno y actualizado”
Hacer
tal cosa me implicaba dejar de lado lo tradicional e incursionar por caminos
totalmente nuevos.
En
un primer momento algunos textos que intentaba realizar me llevaban a lo
tradicional. ¿Dónde quedaba lo moderno?
Es
evidente que el relato no puede apartarse de lo que nos presentan los relatos
evangélicos y desde allí debía redactar el texto.
No
podía realizar un acercamiento a lo que nos presentan los evangelios pero,
tampoco, podía quedarme en ello.
“Moderno”
¿A qué hace referencia? ¿Qué entiende por ello? No podía Salí a averiguar el
contenido de esa expresión.
“Actualizado”
¿Seré capaz de tal cosa? ¿Cómo lograr tal cosa manteniendo el relato del
pesebre?
Resonaban
en mi mente esas dos palabras y lo que en alguna oportunidad había realizado.
Nada
de lo que tenía podía serme de utilidad puesto que no contenían esas dos
condiciones que se me solicitaban.
Pero
me agradaba el desafío y buscaba enfrentarlo.
Me
agradaba haber sido tenido en cuenta para tal tarea y buscaba poder elaborar un
borrador que sirviese de comienzo.
Una
persona me dijo: “Para que sea actualizado debe tener coronavirus, ollas
populares y canastas”
Con
esa base comencé a redactar un borrador.
La
tarea me resultó mucho más sencilla de lo que había supuesto.
Tiempo
después enviaba el borrador esperando correcciones. Solamente una sugerencia
para la actualización recibí.
Esperaba
muchas más sugerencias pero las mismas demoraban en llegar.
Suponía
que el borrador presentado reunía las dos condiciones requeridas.
Era
moderno puesto que se salía de los esquemas tradicionales.
Era
actualizado porque, entendía, estaba pleno de componentes de la realidad
actual.
En
varias oportunidades leí lo escrito puesto no podía suponer no tuviese nada que
corregir o modificar.
Encontré
se podía mejorar el texto con algunas frases aclaratorias y las añadí.
Mientras
tanto esperé las sugerencias que se me hicieran llegar pero las mismas no
aparecían.
El
pesebre tiene pleno sentido si está colmado de actualidad pero hoy, parecería,
como que la actualidad no tiene mucho que ver con ello.
El
hoy está desbordado de realidades que dicen de la emergencia sanitaria en la
que estamos inmersos y, parecería, nada tiene que ver con el pesebre o con
Navidad.
Tal
vez falte creatividad como para encontrar en esta realidad esas pautas que nos
enseñan a poder encontrar como ambas realidades se dan la mano.
Esta
emergencia que vivimos y el pesebre deben de estar muy unidos y, por ello, es
que se nos invita a vivirles.
No
podemos celebrar Navidad sin tener en cuenta la realidad que estamos viviendo
hoy con tanta virulencia.
Hoy
Dios nos invita a celebrar Navidad teniendo en cuenta todo lo que ha
significado el covid entre nosotros.
Es
imposible despojar a una cosa de la otra. Al menos en esta oportunidad ambas
cosas se dan de la mano y debemos vivirla de tal manera.
Sin
lugar a dudas nos está esperando una Navidad que nos ha de resultar distinta
porque con una serie de complementos que así nos lo hacen saber.
Cada
uno de nosotros estamos llamados a vivir un “pesebre moderno y actualizado” y
debemos poner lo mejor de nosotros en este tiempo de preparación para lograrlo.
Padre
Martin Ponce de Leon SDB