Voz del Papa
Agradecer un Nuevo Año
José Martínez Colín
1) Para saber
Llegar
a un nuevo año es un don para agradecer. El Papa Francisco comenta que el mundo
puede dividirse en dos: quien no da las gracias y quien da las gracias; quien
toma todo como si se le debiera, y quien acoge todo como don. Para
ejemplificarlo el Papa recordó un pasaje del Evangelio.
Se
nos relata que a Jesús se le acercan diez leprosos que le imploran que los
cure. Su situación era lamentable, pues además del sufrimiento físico, se le
unía la marginación social y religiosa. Pero Jesús no rehúye, sino escucha su
oración y les invita a presentarse donde los sacerdotes para que certifiquen su
sanación. Se fían de Jesús y van enseguida.
Mientras
están yendo se curan los diez. Aquí viene el punto más importante, dice el
Papa: de ese grupo, solo uno vuelve atrás a dar las gracias a Jesús y alabar a
Dios por la gracia recibida. Solo uno. Jesús lamenta que sólo él regresara. ¡Es
conmovedora la historia!
2) Para pensar
Marcel
Marceau (1923-2007) fue un mimo y actor francés muy afamado. Junto con su
hermano salvaron a unos 350 niños judíos de los campos de concentración. Fue
condecorado oficial de la Legión de honor francesa. De este hecho se ha filmado
recientemente una película.
En
una ocasión, Marcel había concluido su espectáculo entre interminables
ovaciones. Ya en su camerino, intentó eliminar el maquillaje del rostro. Fuera
aguardaban una multitud de admiradores y periodistas. Uno de estos relata que
vieron cómo de pronto una viejecita avanzó lentamente con la ayuda de su
bastón. Pasando en medio de todos llegó hasta el camerino y, sin preocuparse de
llamar, penetró en su interior. Frente al artista sorprendido, se limitó a
decirle:
—Gracias,
Marcel, por existir.
Y
declarando eso, dio media vuelta y abandonó el camerino con la misma parsimonia
con la que había aparecido.
Las
palabras de la anciana coinciden con la definición del amor del célebre
filósofo, Joseph Pieper: “Amar es exclamar continuamente ante el ser amado:
¡Qué bueno que existas!”
El
primer don que hemos de agradecer a Dios es el de existir, sin Él no seríamos.
La existencia es un don grandioso que nos permite disfrutar de todos los demás.
Pensemos si solemos agradecerlo.
3) Para vivir
La
oración de acción de gracias es consecuencia de haber recibido un bien, de
haber sido amados. Nos han amado antes de que aprendiéramos a amar. Por ello, el
leproso agradecido añade a la alegría de la curación, la alegría de ser amado
por Jesús. Cuando damos gracias, experimentamos esa certeza de ser amados.
Vemos el mundo como un don amoroso de Dios, y así aparece infinitamente más
bello. Somos hijos de su amor.
Por
ello nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: «Todo acontecimiento
y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias» (n. 2638).
Si
somos portadores de gratitud, también el mundo se vuelve mejor. El mundo necesita
esperanza, y con la gratitud nosotros la transmitimos. El camino de la
felicidad lo describe San Pablo: «Orad constantemente. En todo dad gracias,
pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros» (1Ts 5,17-19). Que
este año nuevo vivamos la gratitud.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía
(Universidad de Navarra). (articulosdog@gmail.com)