Historia fuera de los libros
P. Fernando Pascual
4-1-2021
En los libros de historia
aparecen guerrilleros sanguinarios presentados como héroes, revolucionarios
asesinos que parecen salvadores de la humanidad, reyes y presidentes corruptos
que brillan como si fueran defensores de la patria.
Existe otra historia que no
aparece en los libros. La escriben esposos y padres que, día a día, sacan
adelante a sus familias y permiten que haya una buena educación en los hijos.
La escriben trabajadores en el
campo o en las fábricas, gracias a los cuales llega el pan a la gente, existen
instrumentos de trabajo, y los coches, autobuses, trenes y aviones cumplen su
servicio con eficacia.
La escriben sencillos soldados
y policías que velan por el orden público, que luchan contra las agresiones
injustas, que garantizan la seguridad básica en los Estados.
Es cierto que brillan mucho
las gestas de un general que conduce a miles y miles de soldados en conquistas
espectaculares, pero que provoca víctimas inocentes, daños enormes a la
economía, y esa pena del alma de quienes ven morir a sus seres queridos.
Pero el brillo de muchos
personajes famosos que llenan libros no nos debe hacer olvidar que los
verdaderos motores de la historia humana son los hombres y mujeres “ordinarios”,
que no hacen gestos admirables, sino que se esfuerzan por cumplir sus deberes
cotidianos.
No es fácil escribir una
historia sobre quienes hacen lo que parece intrascendente, porque no gritan, ni
buscan aplausos, ni hacen discursos deslumbrantes para atraer la atención de
otros.
Sin embargo, son esas personas
sencillas las que llevan adelante, en serio, la historia de la humanidad. Esa
historia queda casi siempre fuera de los libros, pero está presente en los
corazones de quienes recibimos los beneficios del trabajo de tanta gente
honesta.
Sobre todo, esa historia no
narrada por documentos ni por crónicas llega directamente al corazón de Dios,
que es el único Juez justo y bueno que reconoce cualquier gesto de amor y de
justicia realizado por el más pequeño de sus hijos...