Lo que puede ocurrir en el
futuro
P. Fernando Pascual
10-1-2021
Si llueve mañana tomaré el
tren. Si no llueve, iré en autobús.
Si bajan los precios de la
verdura, compraré una buena selección en el mercado. Si suben, veré qué
alternativas existen para una dieta equilibrada.
Si el próximo año superamos la
presente epidemia, iré de vacaciones a ver a los familiares que viven en otra
región. Si no la superamos, les llamaré con más frecuencia.
Si cada vez hay más
periodistas honestos, leer sus informaciones ayudará a comprender mejor el
mundo. Si disminuyen, aumentará el peligro de ser engañados por manipuladores
ideologizados.
Al mirar al futuro, inmediato
(mañana) o remoto (meses o años por llegar), descubrimos diversas alternativas.
Algunas, incluso, incompletas: había pensado dos opciones, y lo que se produjo
fue una tercera opción inesperada...
Reconocer la incertidumbre
ante lo que pueda ocurrir en el futuro puede causar miedo, o angustia, o
esperanza: quizá el próximo análisis en el hospital indicará que el cáncer ha
desaparecido por completo.
Por más que hagamos planes y
planes, por más que demos vueltas a las posibles alternativas, miles de
variables y de decisiones escapan por completo a nuestras mejores previsiones.
El hecho de que existan incertidumbres
no debe llevarnos a una dejadez perezosa: la vida es un don tan grande, que
vale la pena reflexionar a fondo sobre dónde y cómo invertir nuestra mente y
nuestro corazón.
Pero esas incertidumbres no
deben arrastrarnos al pesimismo: poco a poco el horizonte se abrirá y así
llegaremos a ver mejor hacia dónde dirigir nuestros pasos y cómo afrontar las
nuevas situaciones.
Siempre conserva su validez el
consejo que nos dejó Cristo en el Evangelio: “Así que no os preocupéis del
mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su
propio mal” (Mt 6,34).
Lo único importante, ahora,
consiste en buscar el Reino de Dios y su justicia (cf. Mt 6,25-34). De
este modo, orientaremos cada una de nuestras decisiones a lo que realmente vale
la pena: el amor.