ESTOS
DÍAS-otros más-3
Padre Pedrojosé Ynaraja Díaz
Quise precisar la semana pasada que seguir por TV la misa no suponía
participar ni evidentemente, recibir Gracia sacramental. Contemplarla
devotamente es bueno. No hay que despreciarlo sino conocer sus limitaciones.
Quiero referirme hoy a otra manera de participar, sin presencia física
en el lugar inicial de la celebración, pero sí comulgar.
Sorprenderá a algunos que recuerde
que la primera actividad que en la Luna se practicó muy poco después del
alunizaje, fue la comunión. Aldrin la llevaba y
devotamente se la administró y leyó: Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos; el que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto…separados de mí,
nada podéis hacer.
Posteriores experiencias.
A sus 65 años, Tom Jones, es
feligrés de S. John Newmann, en Virginia donde
ejerce el ministerio de lector. Recuerda él aquel domingo, dos semanas
después de Pascua, que se reunieron en la cabina de vuelo para comulgar. En ese
momento los tres agradecimos a Dios por las vistas de su universo, por
la buena compañía y por el éxito que habíamos tenido… estuve a punto de
llorar” y agrega que la experiencia le recordó las palabras del Evangelio:
dondequiera que dos o tres están reunidos en mi nombre, ahí estoy yo.
M.Hopkins,
uno de los cuatro astronautas que en estos momentos se encuentran en el
espacio, también sabe lo que es comulgar. Kevin dijo: “’Es del mismo color
azul que el velo de la Virgen, Tom tenía razón. Había encontrado la forma
perfecta de expresar lo que veíamos a través de la ventanilla.
Hopkins es un converso al
catolicismo, fue criado como metodista ingresando en la Iglesia Católica
poco antes de su primera misión en 2013. Entonces obtuvo el permiso del
arzobispo de Houston para llevar las hostias consagradas suficientes para poder
comulgar cada domingo durante las 24 semanas que estuvo en el
espacio. “Fue extremadamente importante para mí”, afirmaba sobre el
hecho de recibir a Cristo durante la misión.
El espacio del papel es limitado, por
Internet hay abundante noticia.
(referente a
la Biblia depositada en la superficie de la Luna y los otros contenidos)