PANDEMIA-DOS-

Hoy va de textos:

Acababa mi anterior artículo así: lamento que el Covid-19, no haya sido motivo de cristianas reflexiones positivas en los medios. No han de pretender fomentar pánico,  que no es cristiano sentimiento, sino la conversión, que buena falta hace.

Todavía pienso lo mismo.

Acudo a la Biblia: Yahve envió la peste sobre Israel, y cayeron de Israel 70..000 hombres... Y dijo David a Dios.. Yo fui quien pequé, yo cometí el mal…Dios mío, caiga tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre, y no haya plaga entre tu pueblo… Entonces Yahveh ordenó al ángel que volviera la espada a la vaina (1Cro 21,14ss)

Otro texto muy acertado...”Señor –dije–, en la rama de aquel árbol hay un cuervo; comprendo que tu majestad no puede rebajarse hasta mí. Pero yo necesito un signo.

Cuando termine mi oración, ordena a ese cuervo que emprenda el vuelo. Esto será una indicación de que no estoy completamente solo en el mundo... Y observé al pájaro. Pero siguió inmóvil sobre la rama.

Entonces me incliné de nuevo sobre la piedra. Señor –dije–, tienes razón. Tu majestad no puede ponerse a mis órdenes. Si el cuervo hubiera emprendido el vuelo, yo ahora me sentiría más triste aún. Porque este signo lo hubiera recibido de alguien igual a mí, es decir, de mí mismo; sería el reflejo de mis deseos. Y de nuevo no hubiera encontrado sino mi propia soledad.

Me prosterné y me volví. Pero en aquel preciso instante mi desesperación se transformó en una inesperada alegría..”. (A.Saint-Exupery).

(por más que he buscado no encuentro de donde se ha sacado esta cita. Por internet no encuentro más que lo que yo ya sabía: que aparece al inicio de un libro interesante: Cartas de Nicodemo, Jan Dobraczynski) 

 

 

La liturgia ofrece esta oración para la misa en tiempo de pandemia:

    “Dios todopoderoso y eterno, refugio en toda clase de peligro, a quien nos dirigimos en nuestra angustia; te pedimos con fe que mires compasivamente nuestra aflicción, concede descanso eterno a los que han muerto, consuela a los que lloran, sana a los enfermos, da paz a los moribundos, fuerza a los trabajadores sanitarios, sabiduría a nuestros gobernantes y valentía para llegar a todos con amor glorificando juntos tu santo nombre. Por nuestro Señor Jesucristo”.

(Aunque os envío este escrito  uno por uno, y pienso en cada uno de vosotros en el momento de clicar vuestro nombre, me costaría mucho distinguir ahora qué lengua es la más adecuada, ya que además algunos, que habitualmente os expresáis en lengua catalana, en vuestro interior pensáis también en castellano. He creído que lo más adecuado es que os envíe a todos esta oración asimismo en catalán. Os confío que yo la rezo con sinceridad y frecuencia, es mi aportación espiritual a tal pandemia. Espero que vosotros también lo hagáis,)  

 

Déu omnipotent i etern, refugi nostre en els perills, a vós acudim en les nostres angoixes; us demanem plens de fe que mireu amb compassió la nostra aflicció, concediu el repòs etern als qui han mort, consoleu els qui ploren, guariu els malalts, doneu la vostra pau als moribunds, força als treballadors sanitaris, saviesa als nostres governants i valentia per poder estar al costat de tothom amb amor i, junts, puguem glorificar el vostre sant nom. Per nostre Senyor Jesucrist.

 

 

 

--

pedrojosé  ynaraja  díaz