CASI UN IMPOSIBLE
Debía
redactar este artículo pero hacer tal cosa me ha resultado casi un imposible.
Es
evidente que no pensaba escribir sobre esto pero las circunstancias me
obligaron a cambiar lo pensado.
Cuando
llegué a casa vine a la computadora para hacer esta responsabilidad.
Pasé
por donde se encontraba mirando una película donde, según su relato, mataron
“la propia madre” de uno de los protagonistas.
Continué
mi camino y me ubiqué delante de la computadora.
“Esta
película está buenaza. Es una de las mejores que anda” me dijo desde la puerta
haciéndome saber que no entendía no me quedase a mirar la película y estuviese
delante de la computadora.
A
modo de respuesta le dije: “Yo tengo que escribir para el diario”
Se
retiró refunfuñando algo contra el diario y la computadora.
Sabía
que mi respuesta no podía ser tan efectiva y la realidad me lo demostró.
Minutos
después volvía a estar en la puerta para explicarme que “la hermana del bandido
es una pavota. Es la hermana del técnico de Peñarol”
Dijo
eso y se retiró para volver poco rato después para mostrarme una remera y
preguntarme si alguna vez la había usado y que no era de aquí.
Sin
mirar mucho la prenda que mostraba le dije que nunca la había utilizado y que
no era de aquí.
Se
retiró y supe que volvería puesto estaba eligiendo ropa para ponerse luego de
un baño. Pero me equivoqué. Volvió para decirme que “el bueno, con un tiro
había matado a cinco bandidos”
“Hola,
Padre Martín. Mire lo que encontré dentro de una caja” Mostraba una bolsa de
nylon con carreteles de hilo.
A
esta altura ya había cambiado el tema e intentaba redactar este artículo
sabiendo el mismo sería casi un imposible.
Hay
veces que la realidad se empeña en hacernos cambiar los planes.
Parecería
como que realizar lo que se había pensado es un imposible y se debe complacer a
una realidad que se empeña tercamente en que le hagamos caso.
Con
persistencia, la realidad, va surgiendo
por todos lados para hacernos cambiar nuestra atención y deber prestarle atención
a lo que ella se propone hagamos.
Es
allí donde me cuestiona la voluntad de Dios.
¿No
quiere lo que me había propuesto realizar?
¿Es
su voluntad esto que la realidad me está imponiendo?
Sin
lugar a dudas nunca vamos a recibir, de parte de Dios, una respuesta
contundente.
Él
siempre se maneja dejando que nuestra libertad actúe.
Se
nos muestra pero no nos avasalla ni se nos impone. Somos nosotros quienes,
desde nuestra libertad, elegimos el camino a tomar.
Somos
nosotros quienes decidimos en el uso de nuestra libertad y es allí donde
podemos equivocarnos o acertar con nuestro actuar.
Siempre
somos responsables de nuestro actuar.
En
oportunidades la realidad se nos insinúa con alguna cosa que nos distrae de lo
planeado.
En
oportunidades se hace insistencia para no limitarse a distraernos sino a gastar
tiempo prestando atención a lo que nos surge repentinamente.
En
ocasiones, como hoy, nos hace dejar lo pensado con la certeza de que intentarlo
habría sido casi un imposible.
Mientras
redactaba este artículo ha venido varias veces a mostrar diversas cosas que ha
ido sacando de entre las muchas que guarda y esconde. Cosas que ya ni
recordaba las tenía escondidas en algún
lugar.
Ya
ha dejado de interesarse en la película y, estoy seguro, volverá a la misma
para explicármela cuando termine este artículo y me siente a tomar unos mates.
Lo que verdaderamente le importa es que le
preste atención a su persona y no a la “maquinita” y “sacar cosas para el
diario”
Padre
Martin Ponce de Leon SDB