Voz del Papa
Una religiosa salva a 100
José Martínez Colín
1) Para saber
En
una ocasión acudió una madre de familia muy desconsolada a pedirle un consejo a
San Francisco de Sales. La madre se quejaba llorosa que su hijo estaba muy
alejado de Dios y no hallaba la forma de hacerlo recapacitar: “Créame que le
hablo a mu hijo muy a menudo de Dios y nada”. Entonces San Francisco, con mucha
paciencia, le contestó; “Está muy bien que le hables a tu hijo de Dios… Pero mejor
si le hablas más a Dios de tu hijo. Así no dudo que lo verás salvado del mal”.
Tal
vez se nos hace muy común orar a Dios. Pero ello es posible gracias a
Jesucristo, afirmó el Papa Francisco en su reciente catequesis. Recalcó que fue
Jesucristo, quien nos abrió de par en par las puertas para tener acceso a la
Trinidad Santísima —al Padre, al Hijo y al Espíritu—, al mar inmenso de Dios
que es Amor. Jesús es quien nos ha abierto el Cielo para tener una relación con
el Dios Trino: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
2) Para pensar
Hace
pocos días, el domingo 28 de febrero, una religiosa de Myanmar, llamada Sor Ann
Un Thawng, evitó una masacre de un centenar de personas.
Sucede
que el 1 de febrero, en Myanmar, hubo un golpe de estado. Eso ha ocasionado
violentas protestas donde han muerto muchas personas. En una protesta de
jóvenes, las fuerzas del orden los habían rodeado y estaban dispuestas a
arremeter contra ellos. Pero apareció Sor Ann, se puso de rodillas y con
lágrimas en el rostro, les rogó: “En el nombre de Dios, no tomen estas jóvenes
vidas, tomen la mía”. Los jóvenes pudieron entonces refugiarse en su convento. Y
luego de haber calmado los ánimos, Sor Ann corrió a curar a los heridos.
Sor
Ann tiene 40 años y es originaria del norte de Myanmar, cerca de China. Trabaja
como enfermera. Un testigo afirma que la religiosa es “una mujer valiente, muy
sencilla y entregada, siempre está trabajando y atendiendo a los enfermos. Es
para admirar. Lo que ha hecho le ha salido del corazón”. A su vez, una de las
manifestantes, Patricia Yadanar, declaró: “Nos hemos salvado por la milagrosa
intervención de la religiosa. Es una verdadera heroína. Le debemos la vida”.
Con
su oración Sor Ann fue fuerte y pudo más que un ejército. Pensemos si en
nuestra debilidad sabemos acudir a Dios en la oración.
3) Para vivir
Siendo
la grandeza de Dios infinita, no hay proporción para que el hombre sea amado
por Él. San Francisco de Asís rezaba: “Ningún hombre es digno de nombrarte”. Las
antiguas mitologías jamás contemplaban el caso de un dios que se preocupara por
las situaciones humanas, mucho menos que fuera amado. La Biblia nos abre el
camino del diálogo con Dios. Y Jesús nos revela a un Dios que ama al hombre, algo
que nosotros nunca nos hubiéramos atrevido. Y más aún, a un Dios dispuesto a
morir por los hombres. Es Jesús que nos revela el corazón de Dios y en qué
medida Dios es Padre. Nadie es Padre cómo Él. Una paternidad que es cercanía,
compasión y ternura.
Jesús
ha hecho disponible para nosotros la vida misma de la Trinidad, nos ha abierto las
puertas del misterio del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Jesús es
el camino por el cual el Espíritu Santo nos enseña a orar a Dios nuestro Padre.
Esta es nuestra vocación, participar en la vida misma de la Santísima Trinidad.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía
(Universidad de Navarra). (articulosdog@gmail.com)