ACTITUDES
Padre Pedrojosé Ynaraja Díaz
Creemos en un Dios comprometido, es
la constante incrustada estos días en mi mente. Me la digo y la digo y repito a
los demás.
La humanidad de Jesucristo fue
preocupación del concilio de Calcedonia (451). No se dudaba de su
divinidad, era así durante la generación apostólica y las próximas
siguientes. No lo tenían claro que fuera hombre auténtico. La Fe de la Iglesia
a este respecto, lo declaró obvio en el citado concilio.
Hoy en día parece que reconocer su
divinidad sea más difícil. Ahora bien, aceptado movidos por la Fe, nos toca
asombrarnos, reconocerlo y adorarlo.
Jesucristo era autentico hombre, el
más autentico sin duda, y como tal se comportó. Pero
con frecuencia lo olvidamos. Y es lamentable negligencia.
Ante el dolor, la humillación y el
morir que tanto aterra y cuesta aceptar a tantas personas, no hay que olvidar
el dolor, la humillación y el terror a la muerte, que atenazó también en muchos
momentos de la vida del Señor. Es un consuelo. En la hora suprema, agarrotado
el cuerpo por el dolor, sufriendo cruel persecución o castigo, debe uno
recordar la experiencia de Jesús, principalmente la que hemos meditado días
pasados, sus últimos días en Jerusalén.
Pero el
era Dios, se dice o piensa el afligido, como si su divinidad fuera un
anestésico. El miedo, la duda, el dolor físico y la angustia agónica, le fueron
auténticos.
Su cuerpo, su biología como la
nuestra, era total comunicación, no aislados elementos contiguos, cual los de
un espongiario.
Su actitud fue siempre
comunicativa. Todo lo que he recibido del Padre os he dado a conocer, les dijo
un día (Jn 15,15).
En su realidad histórica y en la de
resucitado, se caracterizó siempre por esta actitud.
En este periodo litúrgico pascual
debemos también reflexionar a este respecto. Una vez resucitado, libre ya de
los ligamentos del espacio/tiempo, continuó comunicándose con los apóstoles y
con otros que con Él habían subido de Galilea . (Hch 13,31).
¿Somos comunicativos o reservados
que a nadie contagiamos la Fe?
¿QUÉ
FE? ¿QUÉ BAUTISMO?
El error o la mediocridad en el
terreno de la Fe, no es exclusivo de nuestra cultura, ahora bien, tal vez nunca
su nivel fue tan bajo.
Me referiré a experiencias vividas.
Por unas u otras circunstancias, se encuentra uno con alguien al que debe
preguntarle ¿pero tú eres cristiano? Y pensativo responde: bueno, a mi me bautizaron y después hice la primera comunión. ¿te preparaste? Le pregunta yo. Bueno sí, fui a catequesis a
la parroquia… ¿qué aprendiste? ¿cómo era? Pues…nos
mandaban dibujar un padre, yo lo pinté con barbas y además me salió feo y todos
se rieron de mi ¿y qué más? Bueno, un día nos dieron un globo y nos dijeron que
pusiéramos con un rotulador : yo soy pecador. Se lo
llevamos al catequista y con una aguja nos los fue pinchando. Eso pasa con la
conciencia. Cada uno es malo a su manera, pero si acude a Dios, desaparecen sus
pecados. ¿y qué más? No me acuerdo… pero ¿tú qué clase
de cristiano eres? no lo sé bien, pero no soy ni musulmán, ni budista, ni
testigo de Jeová, solo sé eso… Una marisabidilla de
16 años, me dijo un día: la Virgen María, por fecundación artificial de una
paloma, tuvo al niño Jesús…
No quiero alargarme, la ignorancia,
sin las extravagancias que he contado, viene de lejos.
Leemos en Hch19,1ss:
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo… llegó a Éfeso donde encontró algunos
discípulos; les preguntó: « ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando abrazasteis
la fe? » Ellos contestaron: Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que
exista el Espíritu Santo. El replicó: « ¿Pues qué bautismo habéis
recibido? El bautismo de Juan, respondieron.. Pablo
añadió: « Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que
creyesen en el que había de venir después de él, o sea en Jesús. Cuando oyeron
esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y, habiéndoles Pablo
impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo.
Entre la pandemia y otras crisis,
aumenta el desconcierto y el suicidio, que crece entre nosotros (continuaré)