Verificadores selectivos

P. Fernando Pascual

22-5-2021

 

Hay que verificar las noticias, porque hay muchas falsas, o porque algunas mezclan verdades y mentiras.

 

Pero surge con frecuencia un fenómeno curioso: los verificadores de noticias se fijan solo en denunciar ciertas falsedades (“fake news”), mientras ignoran casi por completo otras.

 

Por ejemplo, si un ministro de salud afirma que en su país hay 500 mil abortos clandestinos al año, algunos verificadores suelen guardar un silencio sepulcral, como si la información fuese digna de ser difundida.

 

En cambio, si un médico explica que hay menos mortalidad materna en otro país donde está prohibido el aborto, esos verificadores selectivos en seguida buscan cómo declarar como falso lo dicho por ese médico.

 

Lo anterior se refiere a dos casos en torno al mismo tema (aborto), pero la cosa se hace mucho más patente cuando se ve cómo algunos verificadores de mentiras analizan con lupa todo lo que se dice contra ciertas vacunas, mientras no prestan ninguna atención a mentiras de políticos y de gobernantes sin escrúpulos.

 

Las mentiras circulan con demasiada rapidez y hay que trabajar en serio por denunciarlas. Pero falta a la honradez quien se declara verificador de mentiras si luego busca solo denunciar aquellas mentiras que van contra su ideología, y guarda un completo silencio sobre otras mentiras que la favorecerían.

 

Además, la situación se hace más compleja cuando ocurre, y ocurre, que una agencia de control de noticias e informaciones no solo denuncia unas e ignora otras, sino que en ocasiones declara como falsas noticias que son verdaderas...

 

La mejor lucha contra la mentira consiste en la defensa sincera, honesta, completa, de la verdad. Solo entonces una persona que quiera sinceramente denunciar mentiras lo hará con un espíritu libre y con atención a tantos temas que merecen ser estudiados a fondo.

 

Por eso, necesitamos verificadores honestos, que analicen lo que se dice sobre argumentos fundamentales para la vida social. Así será posible promover la justicia y el respeto de todo ser humano, desde su concepción hasta que termine, dignamente, su existencia terrena.