La mejor seguridad: gente
honrada
P. Fernando Pascual
23-7-2021
Cámaras de seguridad, cerrojos
especiales, candados irrompibles, cajas fuertes, puertas blindadas, alarmas
ensordecedoras, policías y vigilantes: son algunas de las medidas con las que convivimos
habitualmente y que tienen, como objetivo, promover seguridad.
Los mejores sistemas de
seguridad funcionan bastante bien y evitan robos y otros delitos dañinos. Pero
nunca podrán aplicarse en todos los lugares ni para todas las situaciones que son
parte de la existencia humana.
Existe, sin embargo, un “método”
que promueve seguridades de una eficacia a prueba de tentaciones: la honradez
que millones de personas llevan dentro de su corazón.
Porque es la honradez la que
nos permite respetar lo que pertenece a otros, ayudar a quienes lo necesitan,
proteger a los vulnerables, evitar comportamientos y acciones que puedan dañar
a las personas en sus derechos.
Puede ocurrir, porque somos
seres humanos frágiles, que alguien honrado tenga un momento de debilidad y
cometa un robo que luego le parece absurdo, irracional, vergonzoso.
Pero si esa persona es
realmente honesta, tendrá en su corazón los recursos necesarios para reconocer
su falta, para devolver lo robado, para reparar los daños, incluso, cuando lo
exija la justicia, para autodenunciarse.
Una de las grandes tareas de
la educación en todos sus niveles (familia, escuela, grupos y asociaciones)
consiste en presentar la belleza de la honradez y en proponerla adecuadamente
entre quienes están abiertos a crecer en las virtudes.
Cada uno, luego, podrá vivir
según la honradez que le enseñaron, y tendrá mejores disposiciones para no caer
en comportamientos y actitudes que vayan contra la justicia y perjudiquen a
inocentes.
Las cámaras, los vigilantes,
los sistemas de alarma, podrán ser de ayuda para disuadir a quien no es
honrado, pero no son suficientes para lograr eso que realmente importante en la
vida comunitaria: que haya mucha gente honrada, hombres y mujeres dispuestos a
vivir en cada momento según sanos principios éticos.