Nuestras ideas sobre Dios
P. Fernando Pascual
20-5-2022
Existen numerosas ideas sobre
Dios. Quienes niegan su existencia, o quienes la afirman, se basan en
definiciones diferentes ante lo que pueda ser o no ser Dios.
Así, negar la existencia de
Dios resulta posible si se admite que el concepto “Dios” sería una invención
humana, carente de realidad. Se trataría de una palabra que tiene algún
significado, pero que no sirve para señalar “algo” que exista.
Los ateos no pueden negar que
miles de millones de seres humanos, en el pasado y en el presente, han afirmado
que Dios existe. Pero ese Dios, añaden los ateos, sería irreal, porque se
trataría de una simple suposición sin ningún fundamento, o porque sería
contradictorio, o porque el mundo se explicaría por sí mismo sin necesidad de
admitir una Causa externa que le diese un inicio y que explicase su sentido.
Los que afirman la existencia
de Dios (o de dioses) tienen sus propias ideas sobre ese Ser superior. Para
muchos, sería el Creador del mundo, el que lo habría originado en un momento
del pasado y que explicaría su destinación final.
Para otros, en concreto para
algunos filósofos, sería como un relojero que organiza el universo, que
determina sus leyes, y que luego se desentiende de lo que ocurre a lo largo del
tiempo, porque un mundo hecho de esa manera funcionaría sin necesidad de
ulteriores intervenciones divinas.
Muchos admiten que Dios no
solo habría creado, sino que también ejercitaría una acción providente en el
mundo. Incluso defienden que Dios ha intervenido en diversos momentos, sea a
través de mensajes o profetas, sea (como admiten los cristianos), en lo que
consideran el hecho más importante de la historia: la Encarnación del Hijo del
Padre, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
En el contexto de la visión
cristiana, la idea de Dios resulta especialmente rica y articulada, pues Dios
no sería una realidad aislada. Los creyentes cristianos dicen que Dios es Uno y
Trino, pues existirían tres Personas divinas, el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
Constatar que existen
diferentes ideas sobre Dios pone ante nosotros una serie de preguntas: ¿cuál de
esas ideas sería la más correcta? ¿Cómo demostrar su validez? ¿Por qué existe
esa pluralidad de opiniones y creencias sobre el Ser supremo?
No resulta fácil responder a
esas preguntas, sea por la gran diversidad de opiniones, sea porque hace falta
un buen conocimiento de la filosofía para comprender mejor cómo pensamos y qué
validez tengan las diversas ideas sobre las que reflexionamos en profundidad.
A pesar de la dificultad de
esas preguntas, muchos hombres y mujeres se han puesto y se ponen en camino
para comprender mejor las diferentes ideas que la humanidad ha elaborado sobre
Dios, y para encontrar razonamientos bien elaborados que ayuden a discernir en
este tema qué pueda ser falso y qué sea verdadero.
Las respuestas que cada uno
alcance se convertirán, luego, en una ayuda importante para afrontar el camino
de la propia vida. Porque el modo de pensar y de vivir depende, de modo más o
menos radical, de aquellas ideas que tengamos sobre lo que no sea y sobre lo
que sea Dios.