Aprovechar el día
P. Fernando Pascual
6-9-2022
Con frecuencia reconocemos, al
llegar la noche, que no hemos sabido aprovechar el día.
Perdimos tiempo en un juego
electrónico, en leer “noticias” insustanciales, en conversaciones largas y, en
ocasiones, dañinas.
Al empezar un nuevo día,
quisiéramos no repetir los errores del día anterior, sino llegar a aprovecharlo
a fondo.
Es un buen propósito, pero una
voz interior puede frenarlo, como si nos dijese: no lo vas a conseguir, hoy
perderás el tiempo como ayer...
Sin embargo, con la ayuda de
Dios, con el apoyo de tantas personas que nos quieren de verdad, resulta
posible aprovechar el día.
¿Cómo lo lograremos? Con una
voluntad orientada a lo más importante, que es el amor, y decidida a apartarnos
de todo aquello que nos impida alcanzar la meta.
La mente y el corazón se
pondrán a trabajar para resolver ese problema de la lavadora, para hacer
aquella cita tan importante con el médico, para llamar a ese amigo que necesita
ser escuchado y recibir ánimos.
Constataremos entonces, con
sorpresa, que el día empieza a ser fecundo, que las metas son alcanzadas, que
el tiempo ha sido bien invertido.
Habrá dificultades, incluso
conflictos, que pueden tentarnos a dejar el esfuerzo y a realizar algo más
fácil, aunque no sea provechoso.
Frente a tentaciones de ese
tipo, el amor buscará cómo resolver este obstáculo, en qué manera sortear esta
barrera, cómo reorientarnos ante una puerta cerrada.
Lo importante es buscar el
modo para que cada minuto pueda ser invertido en lo que ayuda a una vida más
hermosa y justa, más llena de todo aquello que me acerca a Dios y que me
permite ayudar a los seres queridos...