El mundo que hemos recibido
P. Fernando Pascual
13-11-2022
Cada ser humano nace en un
mundo concreto que no ha escogido. Conforme pasan los años, toma percepción de
cómo es ese mundo que ha recibido, lo valora de modo positivo o negativo.
El mundo que hemos recibido
tiene asfalto y semáforos, edificios altos o casas bajas, un buen sistema de
hospitales o un sistema deficiente, escuelas y universidades, tiendas de
alimentos y de electrónica.
Ese mundo, sobre todo, tiene
personas concretas que nos ayudan, que nos orientan, que nos enseñan un idioma
y normas de conducta para ser buenas personas y ciudadanos honestos.
Cuando tomamos conciencia de
lo que nos ha tocado, de lo que hemos recibido y no hemos escogido, podemos
sentirnos acogidos o despreciados. Podemos, además, juzgar ese mundo como
positivo y atrayente, o como negativo y hostil.
No podemos borrar ese pasado
inmediato que nos ha llevado a nacer y crecer en un tiempo y un espacio
concretos, con sus potencialidades y sus deficiencias, con sus promesas y sus
riesgos.
Lo que sí podemos hacer es
analizar a fondo lo que nos ha tocado como herencia, lo que recibimos como
legado de otras generaciones, para identificar aquello que ayuda a promover el
bien, y aquello que tiende hacia el mal y la injusticia.
Ciertamente, al analizar el
mundo recibido pensaremos desde los parámetros que otros nos han enseñado. Esos
parámetros pueden ser mejores o peores, pero, con un sano espíritu crítico,
resultará posible corregirlos cuando sean insuficientes o distorsionadores.
Lo urgente es identificar,
desde lo inmodificable del pasado y del presente, aquellas opciones disponibles
que permitan trabajar para que se abran espacios a mejoras, a pasos concretos
hacia el bien, la verdad y la justicia.
En ocasiones esos pasos
resultarán difíciles, sea porque exigen un gran esfuerzo, sea porque hay
resistencias de quienes defienden lo establecido como bueno e inmodificable.
Nada, sin embargo, es eterno
en el mundo humano. Hay un amplio abanico de opciones buenas que cada
generación puede hacer realidad si las identifica desde inteligencias
creativas, y se pone a trabajar por la justicia y el bien de todos.