La fe en la comunidad
científica
P. Fernando Pascual
7-3-2023
La prensa ha empezado a
divulgar la información: la comunidad científica asegura que la gripe del
próximo año causará un elevado número de enfermos graves y de muertes.
Millones de personas aceptan
la información desde un fenómeno que podríamos denominar como “fe en la
comunidad científica”. Tal fenómeno resulta posible desde una serie de
presupuestos que conviene tener presentes.
El primer presupuesto consiste
en suponer que la prensa (radio, televisión, medios digitales) suele comprender
y explicar bien lo que habría afirmado la comunidad científica.
El segundo presupuesto se basa
en la idea de que exista esa comunidad científica, como una especie de
agrupación que reúne a la gran mayoría de los científicos e investigadores del
planeta, o al menos a los más competentes.
El tercer presupuesto es el
más importante: consiste en dar un crédito completo a lo que afirme la
comunidad científica porque sería visto como verdadero precisamente en cuanto
afirmado por el colectivo de los hombres de ciencia.
Desde luego, no todos
comparten esos tres presupuestos, y no faltan personas y grupos que los
critican, en bloque o al menos uno o dos de ellos.
Entre quienes tienen una fe más
arraigada en la comunidad científica, resultaría falso toda afirmación que vaya
contra lo que la prensa divulga como afirmado por esa comunidad científica.
Sin embargo, un análisis
atento de los modos de trabajar de la prensa y de los científicos llevaría a
poner en crisis esos tres presupuestos (al menos en su conjunto) y a tener una
actitud más circunspecta frente a todo aquello que se divulgue como sostenido
por la comunidad científica.
Con una buena dosis de
atención, las personas pueden descubrir cómo algunos periodistas no recogen
bien lo que habrían afirmado los científicos, o lo manipulan, o incluso, en
ocasiones, lo falsean en contra de cualquier ética periodística.
Al mismo tiempo, resulta poco
menos que dudoso que exista una auténtica comunidad científica. Es cierto que
muchos estudios sobre temas concretos pueden ser convergentes, pero no por ello
alcanzan un consenso generalizado ni una visión común entre los estudiosos.
El punto más vulnerable de la
fe en la comunidad científica radica en el tercer presupuesto. Porque la
historia de la ciencia ha mostrado en no pocas ocasiones cómo lo defendido en
un momento determinado por muchos científicos, sucesivamente es corregido,
incluso cambiado completamente, con nuevos estudios.
En otras palabras, el que
ahora la supuesta comunidad científica afirme que la gripe del próximo año
causará muchos problemas (enfermos graves, muertes) no implica que tal
afirmación sea verdadera automáticamente.
Muchos científicos son
conscientes de la provisionalidad de sus estudios y conclusiones, y reconocen
con honestidad que lo que ahora suponen como bastante seguro, mañana puede
quedar superado o incluso contradicho por nuevas observaciones.
Por ello, vale la pena
corregir la fe en la comunidad científica con un atento espíritu crítico y con
una mayor conciencia sobre los modos en los que trabajan esos dos colectivos
que no siempre llegan a comprenderse entre sí: el de los periodistas y
divulgadores, y el de los científicos que, seriamente, buscan comprender mejor
la realidad.